Page 121 - Lévêque, Pierre - El mundo helenístico
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LA  ULTIMA  MUTACIÓN  DEL  HELENISMO  ESPIRITUAL  121

      to, parece que fue uno de ios pensadores más profundos de ia época. Se­
      gún éi, no había forma alguna ele distinguir ia verdad dei error; hay que
      abrirse un difícil camino entre ia duda absoluta de los escépticos y las
      grandes hipótesis de los estoicos. Así pues, sostiene un positivismo aleja­
      do de cualquier metafísica e inspirado en un platonismo moderado.
         En el siglo 1,1a Academia estaba representada por dos interesantes
      pensadores que reaccionaron contra el probabilismo:11Filón de Larisa

      (escolarca del 110 al 85) y, sobre todo, Antíoco de Ascalón12 (85-69), que
      aceptaba toda una parte del estoicismo, especialmente su teoría del co­
      nocimiento, Cicerón se cuenta entre los oyentes de ambos.


         Los escépticos (los interrogado res) se declaraban seguidores de Pirren
      (finales del siglo ív ), un pensador de gran carácter que sólo era conocido
      por el; testimonio de sus discípulos. He aquí el epitafio en que uno de ellos
      proclama lo que ha aprendido del maestro: «Soy yo, Menecles el Pirro­
      niano, que da el mismo valor a todo lo que se dice y que ha establecido en­
      tre los mortales la senda de la ataraxia». El más conocido de los alumnos
      de Pírrón, en el siglo III, fue Timón de Fliunte, un danzarín convertido en
      sofista, que enseñaba que todo es indistinto, ni verdadéró ni falso, que los
      sentidos y la inteligencia engañan por igual y que, por tanto, hay que sus­
      pender el juicio, vivir sin opiniones y sin inclinaciones, abandonar toda
      creencia para que se instale en el alma la ataraxia (ausencia de inquietud).
      Realizó una crítica muy acerba de todos los dogmatismos y pintó a Zenón,
      padre del estoicismo, con los rasgos de una vieja mujer fenicia, exagera­
      damente maquillada y «más necia que un tambor». Semejante doctrina re­
      mite ala sabiduría hindú, y se afirma que Pirrón había conocido al gim-
      nosQ0stau Calano, llegado de la india con Alejandro.
         Ef éxito de la escuela escéptica fue muy intenso durante toda la épo­
      ca helenística, aunque no estuviera representada por ninguna figura de
      primer orden; se comprende que las desdichas de aquella época llevaran
      a algunos espíritus hada aquella doctrina sin esperanza, que se rebelaba,
      sobre todo, contra el dogmatismo de los estoicos, como Aristón de Quíos,


         U.  Entre Gunéades y  Filón,  la Academia estuvo dirigida  por CÜtómaco, un semita
      de Carta go, cuyo auténuco nombre era Asdrúbal, Este hedió curioso era muy caracterís­
      tico de !a época.
         12. Ciudad de Siria.
         i 3.  Los griegos ikmaban «sofistas desnudos» a los sabios o faquires indios.
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