Page 182 - Lévêque, Pierre - El mundo helenístico
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182                   EL  MUNDO  HELENISTICO


     dano —un maravilloso stimulus para los intercambios con el mundo me­
     diterráneo.
        Las excavaciones de  1966-1968, realizadas en el barrio de la Bolsa,
     aportaron un notable testimonio de dicha vitalidad. Se halló el trecho de
     muro que llegaba al ángulo que prolongaba el Lacydon (Vieux-Port) mu­
     cho más hacia el interior que en la actualidad: un muro magnífico, con
     dos estadios sucesivos (ambos de principios del siglo III), uno de caliza
     blanca y el otro de caliza rosa, entrada principal de la ciudad flanqueada
     por dos grandes torres. Sin duda, ese descubrimiento demuestra que, a
     partir del siglo III, la muralla englobaba la colina de las Carmelitas y, por
     lo tanto, Marsella se extendía mucho más hacia el este de lo que se supo­
     nía, y era una gran ciudad, sin relación con lo que había sido hasta en­
     tonces, Muy cerca de allí, también se exhumó un muelle sobre pilotes, ci­
     mentado profundamente a lo largo del ángulo del Lacydon —que, por lo
     tanto,  era un puerto  de aguas profundas— ,  y mucha cerámica, lo  que
     permitió juzgar los intercambios: ánforas locales, vasos campanienses, va­
     sos ibéricos (de la forma conocida como «sombrero de copa») y ánforas
     de Rodas (17 asas selladas).
        El monedaje era abundante, estable y de buena ley, tras la devaluación
     sufrida en el siglo IV: estaba formado por piezas de plata o de bronce, que
     representaban a Apolo, Artemisa y Atenea, y en las que se reconoce la ha­
     bilidad de los grabadores sicilianos. Las relaciones con Campania y Roma
     se intensificaron, pero Marsella no rompió con el mundo griego tradicio­
     nal. En las listas de proxenos y teodorocos13 de Délos aparecen muchos
     marselleses —el pueblo de Délos votó un decreto honorífico para uno de
     ellos, León— . Lámpsaco, ciudad hermana, pues también había sido una
     fundación fócense, envió una embajada a solicitar apoyo diplomático pa­
     ra obtener el socorro de Roma contra Antíoco III. Pero la auténtica origi­
     nalidad de Marsella fue que  absorbió,  con la gran  ayuda  de su red  de
     colonias, todo el comercio de la Galia meridional y de la Iberia medite­
     rránea.








        13.   Proxenos: ciudadanos encargados de recibir a los embajadores o viajeros proce­
     dentes de otras ciudades; teodorocos: ciudadanos que corrían con los gastos para recibir
     a los teoros (embajadores sagrados).
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