Page 194 - Lévêque, Pierre - El mundo helenístico
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194                    EL  MUNDO  HELENÍSTICO

     ron las tradiciones cartaginesas, el helenismo también progresó. Desde
     el siglo IV, en el Marruecos septentrional y en el Tell argelino-tunecino,
     aparecen reinos moros (mauritanos) y númidas. Más adelante, sus reyes
     adoptaron un protocolo áulico oriental, instituyendo un culto real, acu­
     ñando moneda y promoviendo la urbanización. Copiaron el Estado crea­
     do por los Bárcidas en Hispania, como se desprende del estudio de los
     patrones  monetarios.  Por lo  tanto,  en  segunda  instancia,  fue  una  in­
     fluencia griega lo que los convirtió en pequeños príncipes helenísticos. El
     más destacado, Masinisa, un monarca númida cuya capital estaba en Cir­
     ta  (Constantina), enviaba su trigo a Atenas y a Délos; uno de sus hijos
     triunfó en las Panateneas de Atenas. Micipsa, su sucesor, atrajo a su corte
     a intelectuales griegos.
        Las excavaciones de Marruecos han sacado a la luz numerosas ciu­
     dades que, aun conservando sus modos de vida púnicos y, especialmen­
     te, sus rudimentarias casas, se abrieron a la influencia griega. El urba­
     nismo de Tamuda, a  15 km del mar, en la región de Tetúan, era de tipo
     hipodamio, con un ágora y un plano en tablero. Lixos, una antigua fac­
     toría fenicia en la desembocadura del Lucus (frente a la actual Larache),
     tenía dos templos helenísticos, dedicados, sin duda, a Heracles-Melqart,
     y construidos en bella manipostería, igual que la muralla con la que se
     cercó en el año  100. Sala, en el estuario de Bu Regreg, tenía una cons­
     trucción de aparejo helénico. En el interior, Volubilis, que poseía tam­
     bién una cuidada muralla, tenía tres templos prerromanos, uno de tipo
     púnico y dos de tipo griego. Las monedas de Tingi (Tánger) portaban
     una cabeza de Deméter, y en Lixos se ha encontrado un Hadad repre­
     sentado como Océano. Está en discusión si los admirables bronces grie­
     gos de Volubilis o de Lixos fueron introducidos por el comercio en la
     época helenística o simplemente reunidos por Juba II, rey de Maurita­
     nia. En todo caso, está claro que se constata la penetración del helenis­
     mo en todo el territorio, a pesar de la resistencia de la civilización púni-
     co-mauritana, y que ello sólo se puede atribuir a la voluntad deliberada
     de los reyes moros, helenizados mucho antes del reinado de Juba II.



     Una Koma griega

        En Roma, la helenización es un hecho antiguo. Las dos fechas princi­
     pales son el 343, por el acuerdo firmado con Capua, que orientó los inte­
     reses y la curiosidad hacia una zona profundamente helenizada, y el 272,
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