Page 79 - Lévêque, Pierre - El mundo helenístico
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EL  MUNDO  DE  LA  CONQUISTA:  LA  EXPLOTACIÓN  DE  LOS  REINOS  79

     riormente en poder de los faraones o de los aqueménidas. Así pues, la ma­
     yor parte de la tierra pertenecía al rey: era la «tierra real» {basilicé gé), arren­
     dada por contrato a «campesinos reales». Estos la cultivaban mediante un
     canon que, con los impuestos, podía ascender a la mitad de la cosecha.
         Sin embargo, no toda la tierra del reino era real. Por un lado, el rey
     otorgaba una parte a colectividades o individuos. En el primer grupo se
     incluyen las ciudades (lo que no es válido para los lágidas, quienes, por
     así decirlo, no fundaron ciudades) y los templos, que vieron confirmadas
     sus posesiones anteriores o que incluso recibieron nuevos dominios: en
     Asia Menor existían  auténticos  Estados  sacerdotales  alrededor de los
     santuarios — como en el caso de Pesinunte o de Comana— ,12 que dis­
     ponían de una gran riqueza en bienes raíces; el mismo fenómeno se pro­
     dujo en Egipto, donde, además, los últimos lágidas ampliaron conside­
     rablemente los bienes del clero para intentar asegurarse su favor. En el
     segundo grupo se encuentran los soldados que el rey trataba de ganarse
     mediante la institución de la cleruquía (véase la pág. 102) o grandes fun­
     cionarios que recibían, en prueba de satisfacción, asignaciones o doréai,
     la más conocida de las cuales fue la de Apolonio en el Fayum.
        Por otra parte, existía una propiedad privada que, según textos del
     Alto Egipto, era claramente anterior a la implantación de los griegos, y
     que se desarrollaba de dos maneras: el rey vendía una parte de la tierra
     real para obtener dinero, fórmula usada muy a menudo por los seléuci-
     das, que así disminuyeron notablemente sus dominios; o bien acordaba
     arrendamientos enfitéuticos (que, en la práctica, equivalían a una venta)
     cuando se trataba de tierras muy ingratas, recuperadas al desierto, o de
     dominios beneficiados como huertos o viñedos, que evidentemente no
     se prestaban a un contrato anual de la tierra real.
         Al margen de estas consideraciones, los reyes griegos de los reinos
     orientales heredaron un régimen de la tierra que les otorgaba en propie­
     dad una parte considerable de suelo.  ¿Cómo la explotaron? El ejemplo
     de Egipto, muy estudiado gracias a numerosos papiros, lo demostrará.


     El caso de Egipto

         1.    Factores nuevos y factores antiguos·, en Egipto, la riqueza esencial
     procedía de la tierra; no obstante, allí, más que en cualquier otro lugar,


         12.   Santuarios anatolios de Grandes Madres asiáticas, Cibeles en Pesinunte, Enió-
     Ma en Comana.
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