Page 83 - Lévêque, Pierre - El mundo helenístico
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EL  MUNDO  DE  LA  CONQUISTA:  LA  EXPLOTACIÓN  DE  LOS  REINOS  83

         La caza era otorgada en arriendo, mientras que la pesca tan pronto
      se sometía directamente a la administración directa como se concedía a
      arrendatarios.
         La ganadería estaba muy desarrollada en un Egipto que al parecer
      disponía de muchos más pastos que en la actualidad. El ganado mayor se
      usaba principalmente para el trabajo del campo, pero el ganado menor
      era explotado como el capital: en la dotación de Apolonio, en el Fayum,
      había grandes rebaños de carneros, entre otros uno de 6.381 cabezas. El
     ganado podía pertenecer al monarca, o bien a particulares, a cleruquías,
      a templos. En el primer caso, el rey lo alquilaba y recibía al mismo tiem­
     po ganancias e impuestos. En el segundo caso, los propietarios eran so­
     metidos a un impuesto especial, el ennomion, que gravaba a todos los ani­
     males,  incluso  a los  camellos.  Este  impuesto,  que  era  arrendado  a los
      recaudadores, implicaba un recuento general del ganado: se realizaba en
     la zona más abrupta del terreno, cuando los rebaños se refugiaban en las
     colinas, para poder verificar las declaraciones de los propietarios. La cría
     de palomas y abejas estaba sometida a tasas especiales.
         Semejante sistema, cuya flexibilidad es impresionante, no se inspira­
     ba en planes preconcebidos. El control que el rey ejercía sobre la produc­
     ción agrícola variaba de un producto a otro, incluso cuando se trataba de
     dos tipos de cultivos parecidos, realizados en las mismas tierras, como el
     trigo y las oleaginosas. En realidad, a los tolomeos sólo los movía el deseo
     de llenar sus cajas. Se ha llegado a decir que eran grandes capitalistas, bá­
     sicamente ansiosos de enriquecerse y que consideraban Egipto como un
     gran dominio de su propiedad del que debían asegurar la mejor explota­
     ción para sus intereses. El artefacto elaborado se demuestra poco sólido y
     coherente: unas veces es una auténtica economía, dirigida con monopo­
     lios opresivos, y, en otras, por el contrario, el Estado se contenta con des­
     contar su parte de las riquezas producidas por particulares en tierras y ga­
     nados que les pertenecen. Lo que unificaba el sistema era la unicidad de
     su objetivo: favorecer una producción intensiva que, en la mayor cantidad
     posible y a través del arriendo o del impuesto, o de ambos a la vez, le es­
     taba reservada al soberano.


     Los progresos del Egipto rural

         Tamaño interés del poder respecto a la vida rural, absolutamente no­
     vedoso en la historia del mundo griego, no dejó de dar excelentes resul­
     tados.  Se  redactaron  tratados  de  agronomía  y  la  superficie  cultivada
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