Page 82 - Lévêque, Pierre - El mundo helenístico
P. 82

82                     EL MUNDO  HELENÍSTICO


         La cerveza se fabricaba a base de cebada, y la explotación de las fá­
     bricas de cerveza era concedida en arriendo.
         El caso del aceite era muy distinto. Se extraía esencialmente de gra­
     nos oleaginosos  (ricino,  sésamo, cnécus)lb y,  en menor medida, tras la
     conquista griega, de las aceitunas. Toda la producción era estrechamen­
     te vigilada, desde la plantación de las semillas hasta la cosecha; a conti­
     nuación era absorbida totalmente por los  servicios reales y arrendada
     tras su estimación. Se trataba de establecer un monopolio absoluto en la
     fabricación y el comercio;  de ese modo, el aceite podía venderse a un
     precio bastante elevado, muy por encima del precio de coste, lo que te­
     nía como consecuencia unos considerables derechos que gravaban toda
     la importación. Además, al monopolio se le añadía el impuesto sobre los
     productos  brutos  entregados  por los  agricultores  y  una  tasa  sobre  el
     aceite, la élaicé, una especie de impuesto de consumo a tanto alzado.
         Así pues, el aceite ofrece el ejemplo de una economía totalmente es­
     tatal y cerrada. El rey fue muy hábil al escogerlo como objeto de mono­
     polio, debido al papel que tenía en la alimentación y en el alumbrado. El
     rey, con un numeroso funcionariado y ayudado por los grandes provee­
     dores de fondos que eran los recaudadores de impuestos, no encontró
     ninguna resistencia, excepto la voluntad de los campesinos y la astucia
     de los defraudadores.
         También en el caso del lino una ordenanza determinaba cada año la
     superficie que había que sembrar e, igualmente, la cosecha era vigilada
     y arrendada. Después, el lino se tejía en talleres sometidos a un riguroso
     control a fin de evitar la fabricación clandestina. Por lo tanto, había mo­
     nopolio, pero más flexible que en las almazaras: el tejedor podía produ­
     cir una cantidad de tela superior a la que se debía al rey. Por otra parte,
     algunos talleres se libraban del dominio del soberano: los de los templos,
     donde se tejía el byssos —estofa ritual de las momias y los dioses— , una
     materia de gran lujo, muy solicitada fuera de Egipto. Había más libertad
     en el trabajo de la lana, sobre la que pesaban los impuestos, entre ellos
     el de la veinteava parte de las lanas.
         Viñedos y huertos se multiplicaban gracias a la enfiteusis. En ese ám­
     bito, la  intervención  del rey era necesariamente más limitada y el im­
     puesto sustituía  a los arriendos y las  requisiciones.  Lo mismo  sucedía
     con el papiro, una planta vivaz de las ciénagas del delta o del Fayum que
     también era objeto de un control fiscal y no económico.

         16.  Azafrán bastardo.
   77   78   79   80   81   82   83   84   85   86   87