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que estaba amenazando estallar en cualquier momento. Muchos de los reyes vinieron
enseguida hacia las ciudades de Virata y Upaplavya con sus ejércitos. Duryodhana se
enteró por sus espías de la llegada de varios reyes a Matsya para ayudar a Yudhisthira y
él también comenzó sus preparativos. Sus amigos eran muchos. La tierra estaba cubierta
de tropas en marcha, algunas en dirección a Matsya y otras hacia Hastinapura.
Capítulo II
ARJUNA Y DURYODHANA EN DWARAKA
RUPADA mandó a su propio sacerdote a la corte de Hastinapura. Este brahmín era
D una persona de alta cuna. Él no tenía que humillarse en presencia de la realeza.
Estaba acostumbrado a vivir entre reyes y sabía cómo mantener una conducta digna.
Drupada le dio las instrucciones necesarias. Le dijo:
—Eres un hombre sabio. Tengo completa confianza en ti. Conoces todos los detalles
sobre las injusticias que se le han hecho a nuestro Yudhisthira. También lo sabes todo
sobre los kurus. Dhritarashtra sabe lo injusto que ha sido el trato que se les ha dado a
los cinco pandavas. Aún así, y aunque ha sido aconsejado una y otra vez por Vidura,
sólo escuchó las palabras de su hijo. Sakuni, por supuesto, es el genio maléfico del joven
Duryodhana. Habiendo ido tan lejos en su viaje hacia la muerte, los kurus no consentirán
en darle su reino a Yudhisthira. Por lo tanto, debes dirigir tus palabras a Dhritarashtra.
»Él quizá pueda dejarse llevar al camino recto. Vidura añadirá también sus consejos a
los tuyos. Tus palabras no harán mella en Dhritarashtra, pero pueden hasta cierto punto
hacer reaccionar las mentes de los justos Bhishma Drona y Kripa ».
»Ahora debo decirte mi propósito al mandarte a Hastinapura. Cuando tus palabras
les hagan reaccionar, les harás sentirse incómodos. Se sentirán avergonzados de apoyar
a Duryodhana. Cuando sus guerreros se sientan molestos por las malas acciones que
se ven forzados a cometer, Duryodhana tendrá que emplear algún tiempo para ganarse
de nuevo sus corazones y su alianza. Este receso es esencial para los pandavas. Ellos
podrán concentrarse fácilmente en agrupar las tropas que les ayudarán y así podremos
ganarnos para nuestra causa a los poderosos príncipes que se unirían a Duryodhana si
fuese el primero en solicitar su ayuda.
»Dhritarashtra puede convencerse con tus argumentos, aunque tengo mis dudas.
Pero aun así el milagro puede suceder y puede que se deje llevar por la compasión hacia
los hijos de su difunto hermano, si se le describen sus sufrimientos vívidamente. Debes
ser discreto. No dejes que tus palabras le pongan en sobreaviso. Limítate a exponer los
hechos. Los ancianos se sentirán avergonzados de lo que están haciendo si insistes en
resaltar el contraste entre sus acciones y las de sus antepasados. Sus mentes pueden