Page 372 - Mahabharata
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                   Bhishma escuchó las palabras del embajador y le dijo:

                   —Estoy muy contento de oír que los pandavas están bien, que tienen a Krishna como
               amigo, que tienen numerosos reyes dispuestos a ayudarles y que a pesar de su poder,
               se inclinan a seguir el Dharma, para bien general del mundo. Estoy contento de saber
               que Yudhisthira se inclina por la paz. Lo que vuestra excelencia ha dicho hasta ahora es
               verdad, no hay duda de ello.
                   »Eres un brahmín y por eso tus palabras son muy directas y punzantes, aunque tu
               diplomacia deja mucho que desear. No obstante, todo lo que has dicho es cierto, los
               pandavas han sido maltratados por culpa de sus primos, y sus sufrimientos han sido
               innumerables. Además, tienen derecho a la tierra de sus antepasados. Tus afirmaciones
               sobre Arjuna son también ciertas, no hay nadie que le iguale, todos nosotros lo sabemos.

                   Mientras Bhishma hablaba, Radheya se levantó y dijo:
                   —Esto no tiene fin. —Miró a Duryodhana y se dirigió al brahmín, diciéndole—
               : Es una estupidez y una tontería repetir lo mismo una y otra vez. Tu Yudhisthira
               fue derrotado en un juego de dados por Sakuni quien jugaba en representación de
               Duryodhana.

                   »Yudhisthira se fue al bosque prometiendo obedecer ciertas condiciones que le fueron
               impuestas. Ahora, sin haber hecho caso de las condiciones, quiere que se le devuelva
               su reino y mientras, viven del apoyo que han conseguido de los matsyas y de Drupada,
               su suegro. Escúchame, hombre sabio, conozco a nuestro rey Duryodhana. No puedes
               asustarle, no entregará ni un pequeño trozo de tierra por miedo. Si fuera correcto el
               hacerlo, daría el reino entero; todo lo que él quiere es que se respete la justicia. La
               demanda de los pandavas no es justa, no han cumplido las condiciones. Diles que se
               vayan al bosque por otros doce años de acuerdo con las condiciones y que luego vuelvan
               y vivan como súbditos de Duryodhana y como sus vasallos. Pídele a Yudhisthira que sea
               inteligente y que renuncie a esta injusta demanda de un reino que no les pertenece. Si los
               pandavas insisten en la guerra, un día se acordarán de mis palabras.
                   A Bhishma no le gustaron estas palabras de Radheya y se enfadó mucho. Dijo:

                   —Radheya, estoy harto de tus palabras. Recuerda lo que hiciste recientemente cuando
               Arjuna peleó con seis grandes guerreros todos a la vez. No creo que te guste que se te
               recuerde lo que hiciste en esa ocasión. En el reino de Virata viste cómo nos derrotó a
               todos. ¿Le venciste? ¡De ningún modo! ¡tuviste que salir corriendo para salvar tu vida!
               Si nosotros no hubiéramos hecho lo que nuestros brahmanes dijeron, todos hubiéramos
               muerto en la batalla. Sé que Duryodhana y su grupo de malvados consejeros serán
               destruidos.
                   Dhritarashtra intervino apaciguando a Bhishma y le habló a Radheya muy severa-
               mente. Le hizo saber que desaprobaba sus palabras y le dijo:
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