Page 373 - Mahabharata
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5. El consejo 353
—Radheya, estoy seguro de que el gran Bhishma está diciendo lo mejor para todos,
tanto para los kurus como para los pandavas. No es justo que le hables así a un buen
consejero. —Dhritarashtra se volvió hacia el mensajero de Drupada y le dijo—: Te
pido que vuelvas con los pandavas y les digas que mandaré a Sanjaya con mi mensaje.
Tengo que consultarlo con mi corte antes de llegar a una decisión; por favor, di a mi hijo
Yudhisthira que Sanjaya se reunirá con él pronto.
El brahmín volvió a Upaplavya y les contó a los pandavas todo lo que había ocurrido
en la corte de Hastinapura, les dio una detallada relación de los acontecimientos y les
habló con toda precisión del ejército que se había reunido para ayudar a Duryodhana, de-
scribiéndoles su dimensión y poder. Todos escucharon su informe, tras lo cual quedaron
a la espera de la llegada de Sanjaya, que les traería el mensaje del rey.
A los pocos días vino Sanjaya, quien fue recibido con gran amor y respeto por
Yudhisthira, intercambiándose entre ellos saludos de mutuo afecto. Después de hacerse
las preguntas y respuestas convencionales, Yudhisthira le dijo:
—Sanjaya, espero que los ancianos de la corte no hayan hablado mal de nosotros y
que traigas noticias agradables de Hastinapura. No sé lo que vas a decir, pero espero
que Duryodhana y sus amigos nos recuerden como es debido. Estoy seguro de que
no han olvidado a Arjuna y su valor y que saben que es un poderoso oponente en la
guerra. También deben recordar a Bhima y la habilidad con la que maneja la maza.
Supongo que recordarán las conquistas que Bhima realizó durante los días del Rajasuya.
También deben acordarse de mis hermanos Nakula y Shadeva. Espero que Duryodhana
recuerde la lucha que sostuvo con el gandharva llamado Chkrasena durante nuestro
exilio. Duryodhana no puede haberse olvidado tan rápidamente de lo que ocurrió en
Dwaitavana.
»Debe recordar que debe su vida a mis buenos hermanos que pelearon con el gand-
harva y rescataron a sus primos. —Yudhisthira se detuvo por un momento y mientras
brotaban lágrimas de sus ojos, le dijo—: Sanjaya, una buena acción no es suficiente para
alcanzar la felicidad. Eso es evidente, pues puedo ver que todos mis intentos de ganarme
el amor de Duryodhana han sido inútiles.
Sanjaya comenzó a hablar y dijo:
—En la corte de Dhritarashtra, rodeando a Duryodhana hay gente buena y gente
mala. Sería un pecado por parte de Dhritarashtra si se comportara mal contigo. Tú eres
muy justo y, ciertamente, no aprueba que se te haga ninguna injusticia. Se duele por lo
que te ha hecho, día y noche. Tampoco ha olvidado el valor de sus sobrinos en el arte de
la lucha. Recuerda a Bhima y a su maza y tiene varias pruebas de la grandeza de Arjuna.
Se ha tomado la molestia de hacer indagaciones sobre tu destino durante los doce años
de tu exilio.