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un kshatrya sólo puede dar, nunca debe recibir limosnas. Tengo que luchar y destruir
al mundo entero por la avaricia de mi tío. Tendré que presenciar la muerte de todos
aquellos que me son cercanos o queridos por culpa de mi tío. Si me niego a luchar, seré
marcado con el estigma de la infamia. Entre dos kshatryas que se odian mutuamente,
no es posible la paz. El odio es la única réplica al odio y, sin embargo, Krishna, estoy
intentando lo imposible. Espero que tu viaje realice mi sueño imposible: la amistad entre
Duryodhana y yo. Debes ir y hacer todo lo que puedas para que acepten mi proposición
de paz. Espero que puedas conseguirlo.
Krishna dijo:
—Yudhisthira, ciertamente trataré de hacer lo que sea mejor para ambos bandos. Si
puedo evitar la guerra, obtendré gloria. Tendré el gozo de haber salvado al mundo de la
destrucción. Trataré de salvar a todos los reyes del mundo del lazo mortal que llevan
como guirnaldas alrededor de su cuello. Haré todo lo que pueda.
Yudhisthira le dijo:
—Tengo miedo de enviarte a ellos. Tú eres nuestra más preciosa posesión. Sé que el
malvado Duryodhana tratará de herirte. Le conozco y si te pierdo, no podré vivir ni un
momento más.
Krishna sonrió y le dijo:
—Tienes razón, sé que Duryodhana tratará de herirme. También conozco la malvada
naturaleza del tío de Duryodhana. Si me hacen algún agravio, no esperaré a la guerra
para destruirles. Les mataré a todos y te quitaré esa molestia. No te preocupes por mí.
Pero tengo el sentimiento de que mi embajada no tendrá éxito. Escuchaste las palabras
de Sanjaya, e incluso después de haberlas oído estás tratando de ser amistoso con ellos.
No creo que beneficie a un kshatrya ser tan gentil y compasivo. Eres un kshatrya. Un
kshatrya debe dar la bienvenida a la victoria o a la muerte en el campo de batalla; no
te dejes llevar por esta debilidad, Yudhisthira. No está bien que pienses en ellos como
parientes, no debes sentirte culpable por eso. Un kshatrya no tiene parientes. Tiene
amigos o enemigos. No hay una tercera categoría en el léxico de un rey. Ellos ni por un
momento han pensado en ti como pariente, primo o hermano, ni tampoco los ancianos
de la corte. Se han mostrado totalmente indiferentes ante el destino de una persona tan
buena y gentil como tú. Todos ellos merecerían morir por esto.
»Cuando se jugó a los dados, cuando Draupadi fue arrastrada a la corte por Dussas-
ana, cuando Radheya y su amigo la insultaron a ella y a ti con las palabras más duras y
crueles, cuando los cinco con Draupadi caminabais por las calles de Hastinapura dejando
la ciudad, cuando ocurrieron todas estas cosas, los ancianos de la corte de los kurus no
hicieron nada para detener las acciones de esos pecadores. No puedo comprender que
les ames y que les consideres dignos. Les consideras como tus parientes, tus mayores, y