Page 458 - Mahabharata
P. 458

438                                                                            Mahabharata


               dedícamelo todo a mí. De ese modo quedarás libre de la atadura del Karma y de los
               buenos o malos frutos de tus acciones. Quedarás libre para venir a mí. »

                   Arjuna dijo:
                   —Dime cómo puedo conocerte mediante la meditación constante. Quiero saberlo
               todo sobre tu poder y tu grandeza. Quiero saber cómo poder buscarte y dónde moras.
                   Krishna le dijo:
                   —Yo soy el Alma que mora en el corazón de todo. Soy el principio, el medio y el fin
               de todas las cosas. Entre los adityas, soy Vishnu. De los Vedas, soy el Sama. Entre los
               sentidos, soy la mente. Y entre los seres vivos, soy el Intelecto. Entre los rudras, soy
               Sankara y entre las montañas soy el monte Meru. Entre los ríos soy el Ganges. Entre las
               palabras soy el gran AUM y entre las armas soy el vajra. Entre las medidas, soy el tiempo,

               soy la Muerte que les destruye a todos y soy el origen de las cosas que han de nacer. Soy
               el germen de todos los seres vivos. No hay nada móvil o inmóvil que pueda existir sin
               mí. Todo lo dotado de grandeza, belleza y fuerza ha surgido sólo de una chispa de mi
               esplendor. Mantengo el universo entero con sólo un fragmento de mí.
                   Arjuna le dijo:
                   —Deseo ver tu Forma Divina, Señor de los yoguis. Por favor, bendíceme con tu
               Gracia y revélame tu verdadera Forma.
                   Krishna le abrió a Arjuna el ojo divino y le reveló su forma divina. Arjuna contempló
               el esplendor del todopoderoso, que era mayor que la luz de mil soles. Vio todo el

               universo con sus miríadas de formas reunidas todas en una e inclinó su cabeza ante el
               Señor. Juntando las palmas de sus manos en una salutación constante, dijo:
                   —¡Señor de Señores! En tu cuerpo veo a todos los dioses y también a toda la variedad
               de la hueste de los seres vivos. Veo a Brahma y a todos los rishis, tu forma es infinita.
               Eres el Imperecedero y el Supremo a quien hemos de realizar. Tú eres el hogar de todo
               este Universo entero y el Guardián de la Ley Eterna. Eres el Ser Primario, tus ojos son
               el Sol y la Luna. Tu rostro brilla con el esplendor del fuego y este universo está siendo
               devorado por el fuego que tú eres. Tú llenas los interespacios del paraíso, la tierra y el
               cielo. El mundo y yo temblamos al contemplarte.
                   »Veo a los hijos de Dhritarashtra y a los guerreros: Bhishma, Drona, Radheya y
               también a los grandes héroes de nuestro lado corriendo hacia tu boca terrible. Como los
               ríos de la montaña se precipitan tumultuosamente hacia el océano, estos guerreros van
               corriendo hacia tu boca llena de fuego. Parecen un jabardillo de polillas que se lanzan
               hacia una llama ardiente, consumiéndose en ella rápidamente.

                   »Ten misericordia de mí y dime quién eres. ¿Cuál es el propósito de esta destrucción
               que me aterra? »
                   Krishna le dijo:
   453   454   455   456   457   458   459   460   461   462   463