Page 495 - Mahabharata
P. 495
6. Bhishma 475
Krishna estaba lleno de compasión por Yudhisthira y le habló de forma muy dulce.
Le dijo:
—Yudhisthira, por favor, no des pie a la desesperación, tienes a tus hermanos y me
tienes a mí. Ellos puede que sientan mucho afecto por Bhishma, pero a mí no me afectará.
Yo le retaré. Incluso ante los ojos de los hijos de Dhritarashtra, le mataré en un duelo
singular. Una vez que muera Bhishma la victoria es tuya. Yo seré la muerte de Bhishma.
Contémplame mañana, le mataré usando mis astras. Los enemigos de los pandavas
son los enemigos de Krishna. Aquellos que son vuestros amigos » también son los míos.
En cuanto a este querido hermano tuyo, Arjuna, él es mi amigo más querido. Estoy
dispuesto a cortar mi carne en trozos y dársela a él, así de grande es el amor que siento
por él. Él también me ama de la misma forma, y daría su vida por mí. Encomiéndame la
tarea de matar a Bhishma. Una vez Arjuna juró que mataría al gran Bhishma y mandó
un mensaje a Duryodhana a través de Uluka; ¿lo recuerdas? En presencia de todos
los héroes de nuestro lado, dijo que Bhishma sería la primera víctima en la guerra y
amándole como le amo, no puedo hacer que el juramento de Arjuna se vuelva mentira.
Yo mataré en su nombre a Bhishma. Que él me dé permiso y lo haré.
»O si él se decide, nada puede detener a Arjuna de que mate a Bhishma, todo depende
de él. No hay nada imposible para este hombre que aniquiló él solo a los kalakeyas
y a los nivatakavachas. No es demasiado difícil matar a Bhishma, pero Arjuna es un
alma demasiado sensible para hacer este trabajo. Un guerrero debe matar primero la
compasión y el afecto, si quiere tener éxito. Todos sois demasiado buenos para matar. Yo
soy la persona adecuada para hacerlo. Se necesita a un hombre que esté más allá de las
ataduras de este mundo. Se necesita un hombre que haya trascendido la dualidad de
los pares de opuestos: felicidad y tristeza, bueno y malo, placer y dolor, tratándolos con
la misma indiferencia. Yo soy ese hombre. Para mí, todo lo de este mundo me parece
igual. Para mí, el león y el ciervo son lo mismo; para mí, no existe lo bueno ni lo malo,
sólo creo en la realización del deber. No le doy ninguna importancia a los resultados y
los frutos de mis acciones, por lo tanto estoy libre del reproche y del mérito que van con
la acción. Yudhisthira, déjame luchar, el pecado no pesará sobre mí. Estoy mucho más
allá del alcance de estas cosas terrenas. Despójate de todas tus penas y deja que sea yo
quien mate a Bhishma, lo haré por ti. —Después de esto, Krishna se sentó en silencio.
Los ojos de Yudhisthira estaban llenos de lágrimas. Tomó la mano de Krishna entre
las suyas y le dijo:
—¿Acaso tienes que decirme que puedes matar a Bhishma? Te conozco, tú eres el
principio y el fin del mundo. Tú eres la causa del universo. Sin ti no habría nada. No
habría ni Sol, ni Luna, ni estrellas. Tú eres el Alma Eterna y has cogido la vida de los
pandavas en tus manos. No tengo palabras para expresarte mi gratitud. No eres sólo el
conductor de Arjuna. Eres el conductor de los pandavas. Tienes que dirigirnos a todos