Page 500 - Mahabharata
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                   Las flechas comenzaron a fluir del arco de Bhishma, que empezó luchando muy
               duramente. Estaba soberbio. Nakula estaba en excelente forma y comenzó haciendo un

               buen trabajo junto con Satyaki y Shadeva. La ira de Bhishma comenzó a crecer y comenzó
               su labor de destrucción. Los kurus estaban maravillados y mudos de admiración por
               Bhishma. La felicidad de Duryodhana era muy grande viendo a su abuelo más poderoso
               que todos los demás días. Parecía mas joven y había un intenso brillo de felicidad en
               la frente del viejo veterano de guerra. A Duryodhana le parecía como que su abuelo
               estuviera hoy más feliz que todos los demás días. Hacía tiempo que no veía esta expresión
               en el rostro de Bhishma.
                   Sikhandi acosó a Bhishma y le desafió, pero Bhishma se burló de él diciéndole:
                   —Ahora quizá seas un hombre y quizá seas un gran luchador, pero para mí eres una
               mujer. No lucharé con una mujer. No aceptaré tu reto, no me gusta ni siquiera pensar en
               luchar con una mujer, está por debajo de mi dignidad.

                   Sikhandi estaba furioso y le dijo:
                   —Sé que eres el más grande de todos los arqueros. Sé que luchaste con el gran
               Bhargava, que preferiste luchar con él antes que aceptar el amor de Amba. Lo sé todo
               acerca de ti y aun así, conociendo tus hazañas, me he atrevido a desafiarte, quiero
               complacer a los pandavas y también quiero complacerme a mí mismo. Nada me alegrará
               más que un duelo contigo. He rezado pidiéndolo y he estado esperando esto durante
               largo número de años. He decidido matarte y te mataré.

                   Sikhandi le disparó a Bhishma cinco flechas afiladas hiriéndole. Quizás en su mente
               Amba pensaba en las cinco flechas del Dios del Amor cuando le disparó estas cinco
               flechas a Bhishma. Arjuna fue hacia Sikhandi y le dijo:
                   —No creo que te sea posible luchar contra este hombre, cuando él rehusa aceptar tu
               reto. Debes seguir hostigándole, nunca dejes su presencia. Yo estaré a tu lado, veo a todos
               los héroes kurus apresurándose hacia nosotros, yo les detendré a todos con la ayuda de
               mis hermanos y de Satyaki. Me valdré de Abhimanyu, Dhrishtadyumna, Drupada y
               Virata. Están Ghatotkacha y los hermanos Kekaya que son buenos luchadores. Me las
               arreglaré para detener el avance del ejército kuru, antes de que se acerque demasiado a
               nosotros.

                   Los kurus sintieron el peligro que amenazaba a Bhishma. Vieron a Bhishma luchando
               furiosamente y vieron que todos los pandavas estaban rodeando a Sikhandi. Duryodhana
               dijo:
                   —Hoy tenemos que proteger muy cuidadosamente al abuelo. Dussasana, ocúpate de
               que todos nuestros hombres se concentren en un sólo objetivo: la protección de nuestro
               comandante. —Fue hacia Bhishma y le dijo—: Fíjate cómo Arjuna y su poderoso hijo
               Abhimanyu están arrasando nuestro ejército. Bhima está luchando furiosamente, tú eres
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