Page 523 - Mahabharata
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carro quedó reducido a un montón de madera y metal. Si no hubiera saltado a tiempo,
Satyaki hubiera muerto instantáneamente. El elefante arremetió de nuevo contra Bhima,
quien había vuelto al frente de nuevo. Bhima fue atrapado por la trompa del elefante. El
elefante había enroscado su trompa alrededor del cuerpo de Bhima y lo levantó en el aire.
Lo hubiera hecho pedazos si no se las hubiera arreglado para soltarse. Bhima se metió
debajo del elefante y comenzó a atacarle, haciéndole dar vueltas y vueltas. El estaba bajo
sus piernas, pinchándole. El elefante trató de matar a Abhimanyu dirigiéndose contra su
carro, pero también él se salvó saltando ágilmente a tiempo.
El ejército de los pandavas estaba siendo mantenido a raya por un solo elefante. Era
terrible y no podían hacer nada contra él. Bhima se había encontrado con un adversario
de su talla. Nada podía contra aquel elefante. La estampa de Bhagadatta, sentado en
su cuello lanzando flechas y jabalinas en todas direcciones, estaba causando pánico en
el ejército. Había un terrible griterío de agonía en el ejército pandava y de alegría en el
ejército kuru. El estruendo que producían resonaba en los cuatro puntos cardinales.
Capítulo V
LA CAÍDA DE BHAGADATTA
RJUNA oyó de lejos aquel estruendo, justo después de derrotar al ejército de los
A trigartas con su vayavyastra. Dijo:
—Krishna, Bhagadatta, el rey de Pragyotisha, ha venido con su elefante, me lo puedo
imaginar por el ruido ensordecedor del ejército. Ese elefante no puede ser herido, ni
tampoco su conductor. Creo que debo presentarme allí ahora, sólo tú y yo sabemos cómo
detener a Supritika. Bhagadatta, el amigo de mi padre Indra, está demasiado seguro de
sí mismo, debo darle una lección. Es un gran hombre y es un noble anciano, que se ha
ganado la fama de ser uno de los hombres más nobles que han pisado la tierra. Pero
este hombre ha elegido el bando de los kurus. Tengo que matarle a él y a su elefante. Ya
ha causado suficientes daños en los últimos días. Bhima no puede hacerle nada a este
elefante. Vayamos.
Krishna giró el carro. Mientras el carro giraba, los trigartas llamaron de nuevo a
Arjuna para luchar. Arjuna estaba atrapado en un dilema. Sabía que su ejército estaba
sufriendo graves pérdidas por culpa de Bhagadatta y que tenía que ir allí, pero también
los trigartas estaban llamándole para luchar de nuevo. No sabía qué hacer, pero tenía
que elegir. Así pues, finalmente decidió luchar contra los trigartas, los cuales esta vez le
atacaron terriblemente. Krishna dijo:
—Arjuna, manda el astra llamado vajra y destruye a estos pecadores. Arjuna invocó
a Indra y mandó el vajra, el arma personal de Indra, la cual causó la devastación en el
ejército trigarta. Fue un gran logro. Krishna estaba muy complacido con Arjuna y de