Page 529 - Mahabharata
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7. Drona                                                                                 509


               Drona que iba conduciendo un carro tirado por caballos de color castaño. No se podía
               hacer nada. El ejército pandava comenzó a desvanecerse a un ritmo alarmantemente

               rápido, sin que ninguno de ellos pudiera penetrar en el vyuha.
                   Yudhisthira no sabía qué hacer. Tenía miedo de que todo el ejército fuera destruido
               antes de que cayera la noche. Si Arjuna hubiera estado allí, hubiera sido muy distinto,
               pero él se había ido al extremo sur del campo y no sabían cuándo volvería. Susarma
               estaba muy enojado con Arjuna y estaba decidido a luchar hasta que muriera el último
               hombre de su ejército. Sólo se podía hacer una cosa, su única esperanza era Abhimanyu,
               el hijo de Arjuna, el hermoso y encantador hijo de Subhadra. Arjuna le había enseñado
               la técnica de romper el padmavyuha. Yudhisthira lo sabía y decidió poner sobre aquellos
               jóvenes hombros la gran tarea de romper el padmavyuha. Yudhisthira llamó a su querido
               sobrino y le dijo:

                   —Mi querido hijo, tenemos que hacer las cosas de tal modo que Arjuna no nos
               reprenda. Si vuelve y ve al ejército destruido, me culpará por no haber hecho lo debido.
               Este vyuha que ha organizado Drona es impenetrable. Sólo cuatro personas saben cómo
               romperlo: Krishna, su hijo Pradyumna, Arjuna y tú. No conozco a nadie más que sepa
               hacerlo. Te pido hijo mío, que nos ayudes: tú eres mi única esperanza. Por favor, haz lo
               que haya que hacer y rompe el vyuha.

                   Abhimanyu reflexionó por un momento y sonriendo dulcemente dijo:
                   —Por supuesto que lo haré, tío. Sólo me preocupa una cosa, mi padre sólo me ha
               enseñado la mitad del proceso. Me ha enseñado cómo entrar en el vyuha, pero aún no
               me ha enseñado cómo salir de él. Si me quedo atrapado en ese enorme loto, si me viera
               en peligro estando dentro, no podría salir. Sólo me preocupa eso, puedo penetrar a través
               de él fácilmente.

                   Yudhisthira dijo:
                   —No creo que debamos preocuparnos por eso. Una vez que tú abras una brecha en
               el vyuha, nosotros haremos el resto. Todos te seguiremos muy de cerca. En el momento
               en que abras una brecha en él, estaremos allí para seguirte y romper la formación.

                   Bhima dijo:
                   —Hijo mío, yo te seguiré muy de cerca y conmigo estarán Dhrishtadyumna, Satyaki,
               los kekayas, los panchalas, los grandes prabhadrakas y los matsyas. En cuanto abras una

               brecha nos costará muy poco hacer que reviente el vyuha.
                   Abhimanyu estaba muy feliz de que se le hubiera encomendado que realizara una
               misión tan importante. Sus ojos destelleaban de alegría. Él era un hombre muy hermoso,
               pero aquel día parecía la Luna llena en toda su belleza y gloria. Parecía como si una luz
               divina le estuviera bañando. Estaba resplandeciente, no había nadie como él. Yudhisthira
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