Page 543 - Mahabharata
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7. Drona                                                                                 523



                                                        Capítulo XI
                                            EL PÁNICO DE JAYADRATHA

                    QUELLA noche era una noche feliz en el campamento de los kurus. El acharya había
               A hecho lo que había prometido, había matado a un maharathika del lado de los

               pandavas. Todos estaban gozando de su éxito. Estaban pensando en el dolor de Arjuna
               cuando volviera de su lucha contra los samsaptakas. Duryodhana oyó que su ejército
               había sido derrotado. El bravo Susarma, que había retado a Arjuna para complacer a
               Duryodhana, había sido vencido. Había perdido a todos sus hermanos y su ejército, pero
               Duryodhana no estaba muy trastornado por esto. Estaba extremadamente complacido
               con el hecho de que hubiera muerto Abhimanyu. Todos estaban celebrando la victoria.
                   El campamento de los kurus fue sacudido disipándose su euforia complaciente al
               oír el sonido del gandiva de Arjuna y la panchajanya de Krishna. No sabían qué quería
               decir aquello. Estaban seguros de que Arjuna estaría sumido en el dolor, pero aquello
               les hacía pensar que estaban equivocados. El sonido del gandiva sólo significaba una
               cosa: que Arjuna estaba complacido por algo; y el hecho de que la panchajanya fuese
               soplada con tanta fuerza por Krishna significaba que él también estaba feliz. Esto no era
               lo que esperaban de los pandavas. Esperaban que los pandavas muriesen de pena al
               saberlo. Duryodhana estaba esperando impacientemente a sus espías del campamento
               de los pandavas para que le trajesen noticias de los últimos desarrollos de sus planes.
                   Los espías llegaron y le contaron el juramento de Arjuna. Jayadratha estaba aterrado;
               se dirigió a Duryodhana y le dijo:
                   —Estoy seguro de que hará lo que ha jurado. No hay nada que pueda hacer excepto
               salir corriendo, volveré a mi reino, volveré con mi padre. Nadie puede matar a un
               hombre que se ha ido corriendo del campo de batalla. Va en contra del Dharma de un
               buen kshatrya y Arjuna es justo, no me perseguirá. Salvaré mi vida huyendo.

                   Duryodhana no estaba tan preocupado como debería haberlo estado acerca de los
               temores de Jayadratha. Jayadratha le había sido útil a su propósito. Duryodhana, que
               siempre pensaba primero en él y luego en los demás, se rió de los miedos de Jayadratha.
               Le dijo:
                   —No te amedrentes tanto. Arjuna no te puede matar. Dices que saldrás corriendo del
               campo de batalla porque un guerrero justo no mataría a un hombre que ha huido; pero
               recuerda que la muerte de Abhimanyu no fue nada justa y que Arjuna lo sabe. Y ya has
               oído lo que nos han dicho los espías. Arjuna dijo: « Incluso aunque esté bajo la protección
               del mismo Sankara, le mataré. » No tiene sentido que salgas corriendo. En cuanto a tus
               temores, son absurdos. Estarás protegido por todos nosotros. En medio de tantos héroes
               kurus, estarás seguro. Ni el mismo Indra te puede hacer nada. Yo te protegeré. Radheya,
               Vivimsati, Sala, Salya, Chitrasena, Bhurisravas, Vrishasena, Purumitra, Kripa, Bhoja,
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