Page 599 - Mahabharata
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7. Drona 579
llenos de terror. El hijo de Jatasura se quedó sin carro e invitó a Ghatotkacha a una
lucha mano a mano. De nuevo parecía la lucha que sostuvieron Ghatotkacha y el gran
Alambusa. Ghatotkacha pensó que la lucha ya había durado suficiente y decidió matar
a su adversario. Saltó hacia el cielo y descendió en picado sobre él. Agarró al hijo de
Jatasura y le cortó la cabeza con la espada que tenía en su mano. Levantó la cabeza
con su mano y fue hacia el carro de Duryodhana. Con una sonrisa en sus labios rojos,
Ghatotkacha colocó la cabeza en el carro del rey y le dijo:
—Se dice que no se debe visitar a un rey sin un regalo. Aquí está la cabeza de alguien
con el que estás emparentado y si esperas un poco más, te traeré la cabeza de alguien
que te es muy querido, la cabeza de Radheya.
Ghatotkacha no esperó su respuesta, volvió rápidamente a la presencia de Radheya y
reanudó la lucha.
Su aspecto inspiraba terror a todos, con su cuerpo enorme y sus ojos furiosos. Radheya
estaba en excelente forma, aunque estaba sorprendido por las tácticas de maya del hijo
de Bhima. Todos los astras que lanzaba uno, eran contrarrestados por el otro. La lucha se
detuvo en muchos lugares del campo, todo el mundo estaba observando el encuentro
entre aquellos dos. Era algo único. Ghatotkacha estaba destruyendo al ejército con
la ayuda de su maya; estaban muriendo por miles y se oía el ruido de sus quejidos
y gritos por todo el campo. Radheya permanecía impávido ante la terrible maniobra
de Ghatotkacha. Su maya le estaba creando muchas dificultades y no era fácil para
Radheya luchar con alguien que en un momento estaba en el suelo y al momento
siguiente suspendido en el cielo. Radheya fue cubierto por las flechas que literalmente le
llovían desde el cielo y lanzó sus astras divinos para combatir la maya de Ghatotkacha.
Ghatotkacha asumía diferentes formas y acosaba a todo el ejército. No podía hacer nada
contra él. Tan pronto como era destruida su maya por Radheya, descendía a la tierra y
luchaba normalmente, pero poco después saltaba nuevamente al cielo y comenzaba de
nuevo su juego.
A Duryodhana se le acercó otro rakshasa llamado Alayudha que traía con él un
inmenso ejército. Se acercó al rey y le dijo:
—Mi nombre es Alayudha. Hidimba, Kirmira y Baka eran todos parientes míos y
Bhima les mató a todos. He oído hablar de esta guerra y he venido a ti para que me dejes
luchar a tu lado. Quiero vengarme de Bhima por todo lo que nos ha hecho. Se llevó a
Hidimbi, la cual debía habernos pertenecido a uno de nosotros. Quiero matar a Bhima y
al hijo de Hidimbi. Por favor, déjame luchar a tu lado.
Duryodhana estaba muy complacido de tener a un rakshasa que luchara por él y
le pidió que primero acosara a Ghatotkacha y le matara; luego podría matar a Bhima.
Alayudha fue y retó a Ghatotkacha. Los kurus estaban muy complacidos con la llegada