Page 615 - Mahabharata
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7. Drona 595
favorito de todos nosotros. Yudhisthira, Nakula, Bhima y Shadeva le aman tanto como
yo.
Satyaki estaba siendo la figura de aquel día en que se estaba luchando el duelo entre
Drona y Dhrishtadyumna. Como era costumbre entre ellos, los héroes kurus comenzaron
a rodear a Satyaki por todos lados.
Capítulo XXXI
LA CAÍDA DE DRONA
pesar de las palabras de los rishis y a pesar del hecho de que creía que su hijo había
A muerto, Drona no estaba dispuesto a morir. Luchó como un joven de dieciséis años,
prosiguiendo en su destrucción del ejército. Había matado a veinticuatro mil kshatryas y
aún no estaba satisfecho. Su ira nublaba su mente y cogió de nuevo el brahmastra en su
mano. Bhima se dirigió hacia Dhrishtadyumna que estaba sin carro y sin armas, le subió
a su carro y los dos comenzaron a luchar con Drona. Contrarrestaron todos sus astras y
aun así no le vencieron. Satyaki había tomado el puesto de Bhima y Bhima avanzó hacia
el carro de Drona, quedándose justo enfrente de él. Estaba furioso como un león. Bhima
miró al acharya y le dijo:
—Si los brahmanes hubieran continuado practicando su Dharma, sin tomar el oficio
de kshatryas, la raza de los kshatryas no habría sido destruida. Se dice que la compasión
y la intención de no hacer daño a nadie, son las más altas virtudes y que el brahmín es el
hogar de todas las virtudes, pero tú eres distinto. Eres un gran brahmín, pero sólo de
nacimiento, porque de profesión eres un carnicero. Has aniquilado a miles y miles de
hombres que estaban cumpliendo fielmente con su deber, no como tú. Amas demasiado
la riqueza y no puedes ver el verdadero valor de las cosas debido a tu ignorancia. ¿Para
qué quieres toda esa riqueza? ¿es para tu esposa y tus hijos? Tu único hijo ha muerto y
aun así continúas con tu labor de carnicero. Enseñas el Dharma a otros y tú no lo sigues.
¿No te avergüenzas de ti mismo?
Las palabras de Bhima siempre herían a Drona. Era el único hombre que era suficien-
temente franco como para decir lo que sentía. En el campo de batalla, cuando estaba
tratando de proteger el vyuha, Bhima le dirigió palabras que le hirieron, pero hoy ya
eran insoportables. En ese momento, Drona comprendió que todo lo que le decía Bhima
era cierto y comprendió que estaba equivocado. De repente, Drona decidió dejar de
luchar. Arrojó su arco y sus flechas y pronunciando a gritos los nombres de Duryodhana
y Radheya, dijo:
—Radheya, Duryodhana, Kripa, luchad con cuidado de ahora en adelante, pues
acabo de deponer mis armas: no lucharé más. Protegeos de los pandavas.