Page 632 - Mahabharata
P. 632

612                                                                            Mahabharata


                   La lucha prosiguió hasta el final del día. Había muerto una gran parte de ambos
               ejércitos, pero no ocurrió nada destacable en el decimosexto día de la gran guerra, el

               primer día del liderazgo de Radheya. El Sol seguía cayendo hacia el oeste. La lucha
               siguió largo rato y los soldados tenían miedo de que continuara durante la noche como
               ya había sucedido antes. Todos trataron de dejar el campo incluso antes de que se les
               pidiera que se retiraran, y finalmente los dos ejércitos se retiraron. No hubo muchas
               celebraciones en ninguno de los dos lados, ni tampoco había tristeza. Parecía el primer
               día de la guerra, cuando el noble Bhishma era el comandante.

                                                        Capítulo III
                                         LA ÚLTIMA NOCHE DE RADHEYA


                     URYODHANA debía sentirse decepcionado al ver que Radheya no mató a Arjuna.
               D También debía haber observado el duelo que Radheya mantuvo con Nakula, debió
               haber visto que no mató a Nakula a pesar de que podía haberlo hecho fácilmente, pero
               el rey no le dirigió ni una sola palabra de crítica. Quería tanto a Radheya que nunca le
               había hablado con rudeza. También sabía que Radheya estaba tan disgustado como él
               por el hecho de que Arjuna estuviera vivo todavía. Justo antes de que se separaran para
               irse a sus respectivas tiendas, Radheya cogió las manos de su amigo y le dijo:

                   —Arjuna lucha bien, es hábil y muy inteligente. Tiene un conductor que le dice qué
               debe hacer y es la habilidad de Krishna lo que mantiene vivo a Arjuna, pero mañana
               haré lo que se ha de hacer. Mi señor, mañana haré lo que he jurado hacer.
                   Duryodhana apretó sus manos con afecto y le dijo:
                   —Lo sé, Radheya, lo sé.
                   Todos los héroes se habían retirado esa noche. Los pensamientos de todos revolotea-
               ban alrededor de Radheya. Radheya fue hacia la tienda de Duryodhana y se quedaron
               solos discutiendo los planes del día siguiente. Radheya sabía que él era el hombre de
               quien Duryodhana dependía para su victoria. Estuvieron juntos durante largo tiempo.
               En su corazón, Radheya sabía que era la última noche que estarían juntos.

                   Radheya dijo:
                   —Duryodhana, quiero que conozcas cuál es la actual situación. Arjuna y yo nos
               vamos a enfrentar mañana. Nada detendrá este encuentro. O le gano matándole o
               perderé mi vida. No volveré del campo sin que hayan ocurrido una de esas dos cosas.
               Ahora, mi señor, debo hablarte de los méritos de ambos. Yo soy superior, muy superior
               a Arjuna, no quiero fanfarronear al respecto como dice nuestro valeroso Kripa, sólo
               estoy describiendo los hechos. Ambos tenemos a nuestra disposición los divinos astras,
               pero en gracia y poder soy muy superior a Arjuna, lo sé. Tengo un arco llamado vijaya
               que me dio Bhargava; es superior al gandiva de Arjuna. Este arco lo hizo Visvakarma
   627   628   629   630   631   632   633   634   635   636   637