Page 639 - Mahabharata
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8. Karna 619
El ejército fue colocado maravillosamente por Radheya. Yudhisthira y Arjuna dis-
pusieron su ejército en el vyuha que contrarrestaba al de ellos. Yudhisthira dijo:
—Arjuna, hoy debes enfrentarte con Radheya. Bhima matará a Duryodhana. Enfren-
témonos todos con ellos individualmente. Nakula luchará con los hijos de Radheya y
Shadeva con Sakuni. Satanika se enfrentará con Dussasana y Satyaki se enfrentará con
su primo Kritavarma. Dhrishtadyumna se puede encargar de Aswatthama, y yo lucharé
con Kripa.
La lucha comenzó en unos momentos. Lo que quedaba del ejército trigarta se lanzó
contra Arjuna. Como de costumbre, Arjuna avanzó a solas. Nunca se había llevado un
ejército con él. Había vencido a los grandes kalakeyas y a los nivatakavachas él solo y
podía hacer maravillas valiéndose de sí mismo. El ruido de la batalla era ensordecedor.
El choque de espada contra espada, el silbido incesante de las flechas, el choque de maza
contra maza, los relinchos de los caballos y los bramidos de los elefantes cuando caían
heridos, el redoble de los tambores de guerra y el sonido de las trompetas, todos juntos,
producían en el campo de batalla una verdadera amalgama de ruidos discordantes y
ensordecedores.
Radheya, aquel día estaba decidido a luchar lo mejor que pudiera y morir en el campo
de batalla. Era como Bhishma el noveno día de la guerra. Mató a todos y a cada uno de
los que se le pusieron al alcance de sus flechas, que estaban silbando todo el tiempo; a
nadie le era posible enfrentarse a él. Muchos de los héroes panchalas murieron apenas
comenzada la batalla. Las ruedas del carro de Radheya estaban protegidas por sus hijos;
Sushena y Satyasena estaban cerca de las ruedas y Vrishasena estaba protegiendo a su
padre por detrás, era un equipo formidable. La hueste de los pandavas hacía todo lo que
podía para luchar con Radheya. Dhrishtadyumna, Satyaki, los hijos de Draupadi, Bhima,
Sikhandi, Nakula y Shadeva estaban situados todos frente al carro de Radheya. Ninguno
de ellos pudo detener su avance. Bhima pudo matar a Satyasena, y los otros dos hijos de
Radheya fueron heridos, pero Vrishasena volvió en otro carro y continuó protegiendo
la retaguardia del carro de su padre. El ejército pandava se estaba deshaciendo como
la nieve al ser tocada por el Sol. Todos los guerreros fueron vencidos y tuvieron que
abandonar la presencia de Radheya que era tan terrible como el dios de la muerte.
Yudhisthira avanzó hacia el carro de Radheya, estaba decidido a luchar un duelo con
él y con sus ojos rojos de ira, el noble Yudhisthira le dijo:
—Escúchame, nacido de baja casta, eres un sutaputra y durante los últimos años has
tratado de compararte con mi Arjuna, has jurado matarle. Has depositado tu amor en el
rey Duryodhana que es un hombre ruin aunque ha nacido en una familia alta y noble;
déjame ver tu valor. Quiero ver tu valor en el cual ha confiado mi primo para comenzar
esta guerra. Ven, lucha conmigo y muéstrame lo poderoso que eres; le evitaré a Arjuna la
molestia de tener que matarte.