Page 672 - Mahabharata
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                   Aswatthama le dijo:

                   —¿Por qué esperar hasta mañana? Lucharemos ahora. Juro que pondré todas mis
               fuerzas y los mataré a todos. Vamos, mi señor, ¡luchemos ahora!
                   Casualmente en aquellos momentos acababan de llegar al lago unos cazadores que se
               acercaron a la orilla para beber agua. No se puede decir que fue un mero accidente, en
               verdad una extraña coincidencia, que los cazadores llegaran al lago justo en el momento
               en que esa conversación estaba teniendo lugar. Habían escuchado que los pandavas
               estaban buscando al rey que había escapado del campo de batalla y por la conversación
               que escucharon pudieron deducir que era Duryodhana el que estaba escondido dentro
               del lago. Y pensando que iban a ser recompensados por Yudhisthira si le daban esta
               información, corrieron a toda prisa hacia el campamento de los pandavas y dirigiéndose
               a Bhima le contaron todo, el cual se puso loco de dicha. Luego les llevó a Yudhisthira,
               el cual les escuchó y después de recompensarles se despidió de ello. Acompañados de
               los héroes, los pandavas se pusieron inmediatamente en camino al lago de Dwaipayana.
               Krishna, Dhrishtadyumna, Satyaki y los hijos de Draupadi junto con Yudhamanyu,
               Uttamaujas y Sikhandi, eran los acompañantes de los pandavas. Ya era de noche, el Sol
               se iba a poner de un momento a otro. Aswatthama y los otros les oyeron venir, por lo
               que dijeron:
                   —Los pandavas se acercan. Han descubierto el lago. Queremos que su majestad sepa
               que están aquí. Creo que será mejor que nos escondamos. Escuchando las palabras de
               sus queridos amigos, Duryodhana dijo:

                   —Que así sea.
                   Se alejaron de allí hasta un lugar donde vieron una higuera y se agazaparon detrás de
               ella. Sus corazones estaban encogidos de pena y preocupación por el rey y sus cuerpos
               totalmente agotados. Entre ellos se decían: « ¿Qué sucederá? ¿Habrá una lucha? ¿Qué
               hará el rey ahora? ¿Qué van a hacer los pandavas? » Soltaron los caballos de los carros y
               se refugiaron debajo del árbol.


                                                        Capítulo V
                                     DURYODHANA SE DISPONE A LUCHAR


               L    OS pandavas llegaron al lago de Dwaipayana y Yudhisthira le dijo a Krishna:
                        —Krishna, fíjate, Duryodhana ha dejado inmóviles las aguas usando sus poderes
               mágicos y se ha escondido en el fondo del lago para ocultarse de nosotros. No le dejaré
               escapar de aquí, no se le puede permitir que escape con vida. Incluso aunque Indra
               viniese a ayudarle con su vajra, hoy mismo haré que se reúna con nuestros antecesores.
                   Yudhisthira ardía inflamado con el odio que había almacenado en su corazón durante
               tantos años. Krishna viéndole tan furioso le sonrió y le dijo: —Tú puedes contrarrestar
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