Page 679 - Mahabharata
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arrogantes como siempre. La llegada de Balarama produjo gran alegría en el corazón de
Duryodhana, que estaba totalmente rodeado por sus enemigos. Él caminaba junto a los
pandavas, mientras que Krishna iba junto con Balarama, y Satyaki les seguía unos pasos
más atrás.
Capítulo VII
LA MUERTE DE DURYODHANA
OS dos héroes estaban ya listos para luchar. Todos estaban ansiosos por ver el
L gadayuddha que se iba a disputar entre aquellos dos maestros consumados en la
lucha con maza. La lucha comenzó. Parecían dos nubes de tormenta descargando una
sobre otra, o el caudal de dos océanos tratando de unirse precipitadamente el uno al otro.
Ambos eran poderosos; los dos eran discípulos de Balarama; los dos eran hermanos, hijos
de la gran casa de los kurus; y los dos estaban completamente decididos a destruirse.
Era un espectáculo aterrador ver a aquellos dos hombres bellos, erguidos con sus mazas
levantadas decididos a aniquilarse mutuamente. El rey se dirigió a Yudhisthira y le dijo:
—Quiero que todos vosotros os sentéis; observad esta gran lucha entre nosotros y
gozad. Será un bello espectáculo para aquellos que nos aprecian. Y todos se sentaron
alrededor del lugar donde se iba a celebrar la lucha. Balarama tenía un hermoso aspecto
con su noble figura cubierta por un bello paño de seda azul. A su lado estaba sentado
Krishna, con su brillante piel oscura.
La lucha comenzó. Tanto Duryodhana como Bhima luchaban maravillosamente
con sus mazas; era una escena muy hermosa contemplar los movimientos y golpes de
ambos héroes. Lucharon durante un tiempo y hasta quedar los dos exhaustos. Luego
descansaron durante un tiempo y reemprendieron la lucha. El sonido metálico producido
por el choque de las dos mazas de acero era ensordecedor. Cuando ambas chocaban,
del golpe saltaban chispas. Los movimientos de Duryodhana eran muy gráciles y los
golpes de Bhima eran poderosísimos. Krishna estaba en lo cierto, no había duda de
la superioridad de Duryodhana. Balarama contemplaba la lucha con una expresión
de complacencia en sus ojos. Los dos luchadores daban vueltas incesantemente uno
alrededor del otro, la lucha se desenvolvía de acuerdo al código establecido y ambos
estaban siguiendo las normas estrictamente. Entonces Duryodhana golpeó fuertemente
la maza de Bhima haciéndola salir despedida de su mano. Lanzando un grito de furia
Bhima la recogió y continuó la lucha. Poco después, Bhima le hizo lo mismo a Duryod-
hana, el cual recuperó su maza y golpeó a Bhima con todas sus fuerzas; estaba furioso.
Bhima se quedó aturdido por el golpe, pero pudo recuperarse dando golpes de maza a
diestro y siniestro. Pero los movimientos de Duryodhana eran muy gráciles, haciéndose
a un lado para esquivar los golpes. La lucha continuaba, parecía como si nunca fuera