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todos estos años. Draupadi ya no tendrá que dormir más en el suelo y será feliz. He
alcanzado todo lo que quería alcanzar, ahora te ruego tus bendiciones, mi señor.
Yudhisthira lo levantó del suelo y le abrazó. En ese momento las huestes de los
pandavas gritaron llenas de júbilo. La tensión que había causado la ira de Balarama se
había disipado ante la ternura de la escena entre Bhima y su hermano. Todos se acercaron
a Bhima y le felicitaron por su victoria ante Duryodhana.
Y Krishna dijo:
—No matemos a este hombre que ha sido derribado. Este hombre llamado Dury-
odhana ha sido el mayor pecador de la tierra. Tenía junto a él a mucha gente que le
aconsejaba hacer el bien, por ejemplo Vidura, pero él no le hacía ni el más mínimo
caso. Por el contrario, sólo escuchaba los consejos de Sakuni. Él trató a sus primos
vergonzosamente. Esa es la razón por la que ahora yace en tierra moribundo. Dejémosle
y vayámonos de aquí. Ahora tiene menos valor que un trozo de madera.
Duryodhana había estado escuchando todo lo que decían. Y en ese momento trató de
incorporarse como una cobra herida que aún no ha muerto. Sufría una intensa agonía por
el esfuerzo que hacía al intentar levantar su cuerpo, pero no le importaba, y dirigiéndose
a Krishna le dijo:
—Krishna, contén tus palabras, tan sólo eres un esclavo de Kamsa, ni siquiera eres un
rey. No tienes vergüenza. He sido derribado por medios injustos y tú estás regodeándote
de mi caída. Tú eres el responsable de que Bhima hiciera lo que hizo, no le culpo en
absoluto. Para ser justo con Bhima, he de decir que se había olvidado de su juramento,
estaba luchando con justicia y de acuerdo a las reglas. Tú fuiste quien empezaste a
hablar de métodos sucios cuando estabas hablando con Arjuna, hablaste en voz alta de
forma deliberada para hacer que Bhima te escuchase y luego Arjuna golpeó su muslo,
¿acaso crees que no me di cuenta? Has causado la muerte de muchos reyes valiéndote
de métodos sucios. ¡Y aún te atreves a llamarme pecador! Conozco todas tus acciones,
Krishna. Tú has sido la causa de esta gran guerra y de la matanza de tantos hombres. Tú
trajiste a Sikhandi al frente del carro de nuestro abuelo e hiciste que Arjuna le matase,
¿crees que tampoco me di cuenta de eso? Tú fuiste el causante de que mataran al elefante
llamado Aswatthama y también hiciste que Dhrishtadyumna matase a Drona, ¿creíste
que no me di cuenta? Fuiste tú quien hiciste que Ghatotkacha se enfrentase con Radheya
para hacer que el sakti de Radheya se malgastase en esa bestia. ¿Crees que no me di
cuenta de eso? Fuiste tú quien hiciste que Arjuna matase a Radheya cuando la rueda de
su carro se había hundido en el barro. ¿Crees que tampoco me di cuenta? Si los pandavas
hubiesen luchado con Bhishma, Drona y Radheya por medios justos, nunca hubieran
ganado esta guerra. Tú, Krishna; tú eres el mayor de los pecadores que hay aquí, y no
yo, quien he sido derribado por medios injustos.
Krishna se giró hacia él con ojos de enfado y le dijo: