Page 716 - Mahabharata
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               las numerosas flechas que tienes clavadas en tu cuerpo? No hay nadie como tú en este
               mundo. Eres el hogar de todos los conocimientos: has sido discípulo de Brihaspati, de

               Sukra, de Vasishtha y de Markandeya. Eres el asiento de toda la sabiduría. Eres el más
               grande de los héroes, siempre has seguido el camino de la justicia. Eres el más importante
               de los vasus. Eres el hombre más grande que ha conocido el mundo de los hombres. He
               venido a pedirte que pacifiques e instruyas a Yudhisthira, que está apenado porque ha
               sido la causa de la muerte de sus primos. Ya ha sido tranquilizado por el mismo Vyasa
               y ahora quiere gobernar el reino tan bien como sus antepasados; debes enseñarle todo
               cuanto sabes. Tienes que conseguir que deseche esa tristeza y que gobierne el reino como
               es debido; eres la única persona que puede ayudarle.
                   Bhishma escuchó las palabras de Krishna y levantó ligeramente su cabeza para
               mirarle. Una sonrisa apareció en sus labios y le dijo:

                   —Mi señor, tú eres el alma eterna que penetra y sostiene el universo entero. Tú eres
               el hogar de todo conocimiento y toda sabiduría, dime qué debo hacer, pues no sé cuánto
               más he de vivir, ya he perdido la cuenta del tiempo. Ya he resarcido la deuda que tenía
               con Satyavati. Estoy esperando el momento en el que el carro del Sol cambie su curso
               poniéndose en dirección al norte. Quiero que me digas cuándo podré ver tu viswarupa,
               estoy impaciente por ver tu forma, mi señor.
                   Krishna le dijo:.

                   —Bhishma, aún has de vivir sesenta y cinco días más en este mundo. Estaré a tu lado
               cuando abandones tu atadura a este mundo para elevarte hacia tu morada. Cuando te
               vayas, todo el inmenso conocimiento que posees se irá contigo y nadie se beneficiará
               de ello. Por eso quiero que le hables a Yudhisthira acerca de todo lo que sabes. Debes
               hacerlo.
                   Bhishma dijo:

                   —Krishna, ¿estás tratando de burlarte de mí? Tus palabras están llenas de amor,
               pero cuando tú, el hogar de todo conocimiento, cuando tú estás aquí. ¿cómo puedo yo
               atreverme a hablar acerca del Dharma o de normas de conducta a Yudhisthira? Hablar
               de eso en tu presencia sería una impertinencia por mi parte. Sería como un estudiante
               tratando de enseñar en presencia de su guru, no sería correcto, mi señor.

                   Krishna sonrió y le dijo:
                   —Eres muy modesto, es normal que hables tan humildemente acerca de ti, pero
               quiero que le hables a Yudhisthira de todo eso.

                   Bhishma dijo:
                   —Krishna, me siento muy débil debido a mis heridas y el dolor es insoportable. Mi
               memoria se ha oscurecido. Me estás pidiendo que recuerde cosas que aprendí cuando
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