Page 90 - Pacto de silencio
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Mientras tanto, el Dr. Muro tenía sus propios problemas con los laboratorios,
como él mismo explica: «Nosotros tomamos una muestra de cada aceite, pero uno de
los problemas que teníamos es que no podíamos contar con ningún tipo de
laboratorio, porque como entonces se había dicho en una rueda de prensa que si
estaba yo estresado, que si estaba demenciado, que si todas esas cosas, que si estaba
proscrito, hubo a quien le dijeron que si quería conservar el puesto que no trabajara
conmigo…, en fin, cosas de esas extrañas, pues yo no quería dirigirme a ningún
laboratorio, entre otras razones, porque yo no quería ponerles en el brete de que me
tuviesen que ayudar y se la jugasen, o ponerse en el brete de decirme: “No me da la
gana de hacértelo”. Entonces no me quedaba más remedio que algún día, que iba yo
por el Hospital del Rey, no a desempeñar mis funciones, sino como turista (y en lo
que era mi despacho se había puesto el Dr. del Pozo Sarompas, compañero nuestro,
con un equipo constituido por una chica de la Escuela Nacional de Sanidad,
inmunóloga, médico, por otra chica veterinario, y por un muchacho que era
farmacéutico, que estaba haciendo fichas epidemiológicas de la neumonía típica, de
la neumonía aneumococo, pero que además eran unas fichas que estaban pensadas
para el control estadístico, sanitario, de la neumonía corriente, no para la
investigación de ningún tipo de proceso. Luego le añadieron una serie de cosas,
pensando en la legionella, cuando la legionella ya quedó descartada cuando vimos
qué el cuadro no se parece en nada), pues en una de estas visitas al hospital, el día 28
de mayo, estuvimos con Pozo y le dijimos que por favor, que además deshacer lo que
ordenaba la superioridad de la vía respiratoria, en la que decían que estaban
desmoralizados, porque no encontraban nada, que por qué no investigaban algo de la
vía digestiva. Que no. Que a él le habían ordenado hacer la vía respiratoria y que
nada más. Volví, me parece que fue el día 1 de junio, y dijo que tampoco. Volví el día
3, y como yo ya estaba negro: que ya no sabía qué hacer, me fui a los chicos del
equipo y les dije: “Oye, por favor, ¿por qué no preguntáis alrededor de la vía
digestiva?” Y dicen: “¿Y qué preguntamos?” Les dije: “Pues mira, preguntad por esta
cadena de mercadillos: el lunes en Alcalá de Henares, el martes en Alcorcón, el
miércoles en Torrejón, el jueves en Carabanchel, el viernes en San Fernando -
Coslada, el sábado en Getafe y el domingo en la UVA de Hortaleza. Preguntadles
alrededor de la ensalada, y ved si hay algo que tengan todos en común”.
»Total el día 3, Pozo, en la reunión que hubo en el Ministerio, dijo que, a
veintitrés familias que habían encuestado esa mañana cuando yo me fui, lo que
les dio tiempo, en el tiempo que yo me fui, que saldría de allí como a la una,
hasta las tres que salían ellos, que habían encuestado a veintitrés familias y
había salido el aceite y algunas cosas más. Parece ser que en el Ministerio
tampoco se le hizo caso, y el día 5 o el día 6 Pozo volvió a decir en el Ministerio
que el aceite: tampoco se le hizo caso.»
Hay que decir aquí que, mientras tanto, el día 30 de mayo la enfermedad había
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