Page 131 - El judío internacional
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también el motivo y objeto por el cual los hebreos de todo el mundo asintieron en masa a la
                  Conferencia de la Paz en Paris.

                  Muchas de las casas bancarias de Wall Street han sido antiguamente sucursales de casas germanas
                  y austriacas ya existentes, que se ayudaron mutuamente con capitales, manteniendo asimismo
                  estrechísimas relaciones. Varias de ellas hasta estuvieron unidas por lazos familiares de sus
                  asociados. Pero siempre fue el lazo mas fuerte el de la raza. La mayor parte de estas casas
                  bancarias soportaron rudos golpes durante la guerra, por haberse jugado sus relaciones europeas
                  en el bando falso. Solo se considera esto como un pasajero desliz y los financistas hebreos estarán
                  muy pronto preparados para reanudar la lucha por la hegemonía financiera absoluta en los Estados
                  Unidos. El porvenir decidirá su éxito. Es rarísimo que todos los esfuerzos hebreos por su predominio
                  mundial vayan por mal camino. Siempre, en el justo momento en que piensan colocar la piedra
                  final en su arco triunfal, ocurre cualquier desgracia, y toda la obra se derrumba estrepitosamente.
                  Esto ocurrió tantas veces en la historia judía, que los mismos hebreos lo saben perfectamente e
                  idearon buscar una explicación al fenómeno. Traen en muchos casos a colación el famoso
                  "antisemitismo". Aun en nuestros días, en los que el voraz incendio de la guerra ilumino tantas
                  cosas que normalmente se ocultaban en las tinieblas, se califica al general despertar de los pueblos
                  de antisemitismo, explicándolo por el hecho de que luego de cada guerra se acostumbra echar toda
                  la culpa al pobre e inocente hebreo.

                  ¿No se impone imperiosamente aquí la pregunta de por qué?

                  La cuestión del "antisemitismo" no basta para explicar completamente el malograr de las potencias
                  financieras hebreas en su intento de predominio absoluto en un país como los Estados Unidos de
                  Norteamérica. Ese ficticio antisemitismo no alcanza a aquellos que, reciamente atrincherados, están
                  detrás de la valla de su capitalismo. La callada resistencia de la alta finanza no-judía de Wall Street,
                  por ejemplo, y aquella de la Bolsa de Fondos de Nueva York, no son "antisemitas". No impide esta
                  resistencia a los hebreos que realicen sus negocios, sino que solo hace frente al abierto programa
                  de un absoluto predominio, que no tiende al bienestar universal, sino únicamente al egoísmo de
                  determinada raza.

                  Hasta hace pocos años, la casa bancaria Kuhn, Loeb y Cia., según la opinión publica, alentaba
                  esperanzas de ocupar muy pronto el primer puesto entre los bancos emisores neoyorquinos.
                  Numerosas razones apoyaban dicha opinión, y entre otras el hecho de que dicha casa financio a
                  Mr. Harriman en su lucha contra Mr. J. Hill en la cuestión de los ferrocarriles. Pero ello no obstante
                  dicha esperanza se esfumo.

                  Con razón social Kuhn, Loeb y Cia., la potencialidad financiera judía en los Estados Unidos alcanzo
                  su más alto nivel. Jefe principal de la casa fue el extinto Jacobo Schiff, nativo de Francfort sobre el
                  Maine, donde su padre fue uno de los corredores de la casa Rothschild. Fue también socio de la
                  casa, Otto Kahn, oriundo de Mannheim, y ligado desde largo tiempo con los Speyer, igualmente
                  nativos de Francfort, en tanto que otro tercer consorcio, Felix Warburg, contrajo enlace con una
                  hija de Jacobo Schiff.

                  Un esplendor mayor que el de esta razón social no la alcanzo la alta finanza hebrea en parte
                  alguna. Empero, se advirtió últimamente cierto movimiento de flanco, que acaso acerque la
                  ambición hebrea a su fin. Acorralados en Wall Street, se concentraron algunos financistas hebreos
                  sobre otros centros norteamericanos, y esta ulterior influencia en asuntos yanquis promete
                  acrecentarse. Si dirige el primero de estos movimientos de flanco contra las Américas Central y del
                  Sur. El apoyo financiero y los buenos consejos, que recibió Méjico últimamente durante la extrema
                  tirantez de sus relaciones con los Estados Unidos, procedieron de fuente hebrea norteamericana.
                  En cambio, el intento de lograr influencias en el Japón, no parece haber prosperado tanto. Se sabe
                  que Jacobo Schiff ayudó financieramente al Japón en su lucha contra Rusia. Esto explicose







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