Page 132 - El judío internacional
P. 132
perfectamente: como siendo un negocio esplendido y, además, una oportunidad propicia para
vengarse de Rusia por su supuesto mal trato de los hebreos. Al propio tiempo aprovecho Schiff la
ocasión de inculcar a los prisioneros rusos en los campamentos japoneses las ideas subversivas,
que cristalizaron mas tarde en el bolcheviquismo ruso. Empero, el objeto primordial parece haber
sido el de agregar el naciente Imperio del Japón a la cadena de las conquistas hebreas por la
fuerza de su dinero. Ya había arraigado el poder financiero hebreo en el Japón; pero al parecer, las
esperanzas de Schiff en este sentido no se cumplieron del todo. Es indudable que los japoneses
entienden mucho mas del "peligro hebreo" que los norteamericanos. Además esa raza es en
extremo desconfiada y trato todo este asunto simplemente desde un punto de vista comercial, lo
cual dicen que disgusto muchísimo a Jacobo Schiff. Esto es de gran importancia actualmente frente
a la propaganda que constantemente tiende a causar rozamientos entre los Estados Unidos y el
Japón.
El objetivo último parece ser Sudamérica. El hebraísmo se sirve, para lograr la hegemonía mundial,
de dos medios: el manejo de dineros, y la utilización de personas. No existe gobierno, que pueda
trasplantar a 250.000, o 500.000, o hasta un millón de personas de una parte a la otra del mundo,
tal como traslada sus ejércitos un general. El hebraísmo, en cambio, puede hacerlo, y lo hace
ahora. Es todo cuestión de fletamentos. Desde Polonia, donde la todopoderosa conferencia de la
paz creo especiales prerrogativas para los hebreos, tanto que estos deberían tener fundados
motivos para permanecer allí, se esta preparando un inmenso traslado hacia el Oeste. Una parte de
esas masas es dirigida hacia América del sur. Otra parte de los ya emigrados a los Estados Unidos
embarcara también con rumbo al continente Sur, después de cierto periodo preparatorio en nuestro
país.
Consiste el segundo medio para lograr la hegemonía mundial en la utilización del oro y su
influencia. Si se quiere explicar cual pueda ser el objeto real de ello, consta que una enorme
fluctuación de personas hebreas y de dinero hebreo se desarrolla actualmente en dirección de
América del Sur. Junto a esto es posible observar una gran importación de materiales que,
deduciendo por lo que dicen los "Protocolos" sionistas, solo puede encaminarse hacia un fin
netamente determinado.
El próximo intento de conquistar el poder total del continente americano procederá tal vez del Sur,
donde el poderío israelita hoy en día es mucho mas fuerte de lo que su reducido numero hace
suponer, pues sus intrigas revolucionarias se hacen notar ya en los frecuentes incidentes entre los
diversos Estados.
Internamente debemos fijar nuestra atención sobre Nueva York y su centro financiero, donde
indicábamos ya el subido nivel del poderío financiero semita. Otra señal de la influencia israelita
sobre la Hacienda yanqui resulta menos lisonjera para dicha raza, y es la de que no pudiendo
elevarse más su influencia financiera, descenderá por canales profundos y muchos más irregulares
que ninguna otra actuación financiera.
Constituirá un extraordinario capitulo la relación de las tretas de los Robin, Lamar, Arnstein y
demás miembros de la banca que contribuyo eficazmente a la larga serie de hechos criminales que
tuvo por escenario obscuros rincones de Wall Street. El punto principal en todas estas historias
seria que esta índole de delitos resulta genuinamente judío. No es posible afirmar que tal proceder
contara con el asentimiento de la comunidad hebrea en general; pero lo cierto es que aquellos y
sus portavoces permanecieron siempre callados frente a este delinquir financiero, cuando debieron
haber hecho oír sus correligionarios la mas vehemente reprobación. Cualquier fiscal conoce
perfectamente el obcecado celo de los semitas en defender a un miembro de su raza, sin reparar
en la gravedad o índole de su delito. Lo cierto es que, en investigaciones practicadas hace pocos
años, y cuyo resultado evidencio que cierto vicio explotado mercantilmente era monopolio exclusivo
judío, descubrióse que tomaron parte activa también algunos hebreos probos. Pero esto no fue
132