Page 168 - El judío internacional
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precisa dinero; se entonces que los monarcas nos necesitan". No desempeñaba Sidonia cargo
                  público alguno. Todavía no había madurado su tiempo. Pero mucho antes de que lograra satisfacer
                  su ambición de ejercer poderes públicamente, ya se manifestaban estos clandestinamente, y esta
                  forma mostróse muchísimo más eficaz que no la publica. Puede decirse que cuantos más judíos
                  desempeñan cargos públicos, tanto mayor es también su secreto poderío.

                  "Dos años ha que Rusia dirigióse a nosotros, aunque entre la Corte de San Petersburgo y mi familia
                  jamás hayan existido relaciones amistosas, sino que en tal caso servían de intermediarios nuestros
                  amigos holandeses. Nuestras manifestaciones en pro de los hebreos polacos, el grupo más
                  numeroso, y también más desdeñado de nuestro pueblo, no fueron precisamente muy gratas al
                  Zar. Empero, obligaban las circunstancias a una aproximación entre los Romanof y los Sidonia.
                  Decidí ir a San Petersburgo. Apenas llegue, me entreviste con el conde de Cancrin, ministro de
                  Hacienda ruso: halle al hijo de un hebreo lituano. Se relacionaba el empréstito con los sucesos de
                  España. Mantuve allí una entrevista con el ministro Mendizábal, reconociendo en el a un
                  correligionario, hijo de un neocristiano, antes hebreo aragonés".

                  "A consecuencia de los rumores circulantes en Madrid, me fui directamente a París, para tratar con
                  el jefe del gabinete francés, y ¿que veo? ¡Al hijo de un hebreo francés, un héroe, un mariscal del
                  Imperio!".

                  Si comprendiera hoy Sidonia otro viaje circular, hallaría en todas partes, donde otrora viera a un
                  judío, catervas de hebreos, y siempre desempeñando los cargos mas elevados. Y mas aun, cuando
                  prolongara su viaje a los Estados Unidos, ¡que enorme numero de apellidos hebreos en los círculos
                  oficiales de Washington y Nueva York sonarían a sus oídos! En un Consorcio en que viera algún no-
                  judío aislado le parecería un extraño, a quien los hebreos hubieran permitido la entrada.

                  "Fué el resultado de nuestras conferencias que se invitaría a cualquier potencia norteña a que
                  intercediera amigablemente. Acordamos que esta fuera Prusia, y el jefe del gabinete invitó al
                  ministro prusiano a un viaje a Paris, y en efecto, allí llegó breves días después. Entró el conde de
                  Arnim, y ¡me encontré ante un judío prusiano!".

                  "Ya ve usted, querido Coningsby, que el mundo es gobernado por personajes totalmente distintos
                  de lo que creen los que desconocen la vida de entre bastidores".

                  Así es, efectivamente; pero ¿por que no ha de mirar el mundo alguna vez, también, detrás de esos
                  bastidores?

                  Y siguen ahora las más trascendentales palabras que Disraelí escribiera; palabras que obligan casi a
                  suponer que las escribió con la idea de prevenir al mundo sobre las ambiciones judías.

                  "Jamás advertirá usted en Europa un gran movimiento espiritual en el que no participen los
                  hebreos en alto grado. Fueron judíos los primeros jesuítas. La misteriosa política rusa, que
                  preocupa a toda la Europa occidental, es organizada y realizada en parte, por hebreos. La terrible
                  revolución que se va preparando en estos momentos en Alemania, y que realmente se convertirá
                  en una segunda Reforma, pero de la que hasta este momento en Inglaterra se sabe tan poca cosa,
                  se va desarrollando totalmente bajo los activos auspicios de los judíos".

                  Dicen los judíos que los "Protocolos de los sabios de Sión" son una pura invención; ¿Disraelí lo es
                  también? ¿Desconocía a su pueblo? O ¿es que son sus retratos, por el contrario, de sumo realismo?
                  Y ¿que es lo que nos dice este autor judío? Que en Rusia, donde los hebreos, según sus eternas
                  quejas, se hallan más "oprimidos" que en parte alguna, tenían en realidad las riendas. Profetizando
                  la revolución futura en Alemania, de la que ningún alemán tenia la mínima idea, nos comprueba
                  cuan magníficamente dominan los hebreos la técnica revolucionaria. ¿Como resulto posible que lo







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