Page 54 - La Cocina del Diablo
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dosis, son ineficaces: enfermedades perniciosas de la sangre, de las cuales los médicos nada comprenden, y
que denominan "metomoglobulinemia".
"En estas dos ciudades, la tempestad de la opinión pública se calmó pronto. El hombre moderno
olvida fácilmente, y no toma estas cosas muy a lo trágico. El cree que ellas son el tributo inevitable del
Progreso grandioso al cual asiste. ¡El es muy presuntuoso para suponer que uno de estos procedimientos
ultramodernos pudiera, un buen día destruir los cimientos de la alta posición que ha alcanzado!"
"El no tiene ni siquiera miedo de un veneno de la sangre, si éste mima su gula. Por lo demás, he sido
apoyado por la Escuela Superior Veterinaria de Berlín. Esta ha publicado una nota que volvía completamente
inocentes el nitrito y el nitrato, en dosis restringidas, tales como las puestas en práctica para los productos
salados".
- ¡Ah! estos buenos amigos, aprobó el Patrón.
- Otras autoridades médicas se pronunciaron por la inocuidad de las pequeñas cantidades de nitrito en
las carnes, dijo la doctora.
- Es mi obra y yo me felicito. ¡Los incontables amigos que tengo en la carnicería y salchichería
continúan, pues, utilizando a manos llenas su lata de nitrato! Solamente se cuidará más la dosificación en el
futuro. El salitre, por otro lado, figura en todas las recetas de esta rama alimenticia. Lo hago absorber a la
humanidad por toneladas. ¡Y les arruino la sangre!
Sten tenía su cabeza en las manos con un aire consternado. Bob estaba indiferente igual que Alfred. El
Patrón se frotó las manos. Azo continuó:
- Antes de oírme decir el proceso de los alimentos salados, voy a decirles algunas palabras sobre la sal
de cocina, el vulgar cloruro de sodio. Ella sale directamente de mi farmacopea familiar y le debo triunfos.
Francoise estaba a la defensiva.
- La sal es absolutamente necesaria para mantener la concentración salina en el cuerpo, para formar el
ácido clorhídrico en el estómago, para emulsionar las albúminas y regularizar la presión osmótica de las
células.
- Eso es lo que enseña la medicina oficial, dijo Azo sonriendo.
- La sal actúa favorablemente en la digestión, el color de la piel, la salida del cabello. Aumenta la
fecundidad en la mujer, ayuda al crecimiento de los niños. Esto es por lo menos lo que nos han enseñado...
añadió la joven.
- Permita a un agente del Diablo rehacer vuestra instrucción, Señorita.
"En el mundo civilizado, la costumbre y la gula tienen más fuerza que la verdad. Existen aún algunos
pueblos naturales, enteramente sanos, dotados de instintos muy desarrollados, ¡quienes apenas conocen la
sal! Utilizada como Uds. lo emplean, el cloruro de sodio, es un veneno, de los vasos, de las células y los
riñones, ni siquiera las plantas lo soportan. Destruye sus cualidades germinativas y vuelve el suelo estéril. En
el hombre, paraliza las fuerzas de defensa contra las bacterias. Mata lo viviente y conserva lo que está
muerto”.
"Los obreros de las minas de sal presentan eczemas y graves corrosiones de las mucosas nasales.
Dosis elevadas de cloruro de sodio mata al hombre en algunas horas...”.
"Cuando la alimentación es muy salada, resulta un desequilibrio de los iones en los líquidos
fisiológicos, en favor del ión sodio, por consiguiente una excitación de las células nerviosas. En seguida
vienen la congestión del cerebro, las migrañas, los vértigos, dolores de ojos y oídos, pesadez en los brazos y
piernas, las palpitaciones del corazón. El corazón y la circulación sufren mucho por el abuso de sal. Este
exceso rinde vulnerable a las infecciones, trae el reumatismo, las hemorroides, las erupciones cutáneas, las
verrugas, la sal favorece el estreñimiento, las úlceras, la caída del cabello, la tensión arterial, la
arteriosclerosis, las enfermedades del hígado y riñones, la obesidad, la hinchazón de las amígdalas, el bocio,
la enfermedad del Basedow”.
"La piel trata constantemente de eliminar este veneno, de ahí viene la sudoración más abundante de
las manos y los pies”.
La Cocina del Diablo – Gunther Schwab 53