Page 59 - La Cocina del Diablo
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- ¡Por supuesto! Hay que hacerlo. ¡Hay que obedecer siempre al Diablo! ¿No lo comprenden Uds. por
fin? Pero los ácidos grasos son el motor de las funciones metabólicas. Ellos incitan a las células a trabajar, de
modo que, preservan el cáncer. ¿Ven ahora Uds. porqué yo los destruyo?
- ¿Cuáles son los aceites que se obtienen por este proceso? preguntó Alfred.
- Todos. Los de olivas, de lino, de semilla de girasol, de sésamo, semilla de algodón, y otros más.
- Para extraer el aceite de los granos de soya, se utilizan diversos productos químicos, por ejemplo el
tricloretileno. Ganado que había sido alimentado con los residuos de este aceite cayeron gravemente
enfermos o murieron.
"La extracción química de los aceites es, ampliamente, la más rentable, se le da pues en todas partes
la preferencia".
- Si de esta forma se obtiene más aceite, dijo Alfred, este procedimiento se justifica, dada la creciente
superpoblación del globo.
- Ud. quiere decir: dado que siempre hay más gente que tiene necesidad de comer, ¿hay que
desvalorizar sin escrúpulos, los cuerpos grasos y los otros alimentos? ¡Qué medio tan singular para el hambre
del mundo! Pero aquél es precisamente el fin esencial de mi misión: hacer la comida más abundante, pero
incompleta y dañina.
"En el sector de los aceites he abierto ampliamente la puerta a todas las falsificaciones: yo abastezco,
bajo el nombre de aceite de maní, aceite de parafina perfumado y coloreado artificialmente. Introduzco
también con fraude puros aceites minerales, que descomponen, en el organismo, la vitamina A”.
"Cosa interesante: las regiones mediterráneas exportan mucho más aceite del que pueden producir
normalmente. ¿Saben Ud. como se hace eso?".
Azo prorrumpió a reír en forma tan ruidosa que el Diablo abrió sus ojos y lo miró con
entretenimiento.
- América exporta a estas regiones enormes cantidades de aceite de semilla de algodón, y se le
convierte en aceite de olivas por medio de manipulaciones químicas.
"Cuanto más claro, pálido, refinado y blanqueado es un aceite, tanto menor es su valor nutritivo.
También el ama de casa moderna exige constantemente a su proveedor el aceite más transparente y ... el más
caro”.
“Otros agentes excelentes del cáncer son las grasas artificiales. Se parte del hidrógeno y del óxido de
carbono, de ahí se pasa a la parafina, que es cancerígena, luego a los jabones grasos y los ácidos grasos, se
llega finalmente a los ácidos fórmico, acético, propiónico, al anhídrido carbónico y a los ácidos mono y
bicarbónico. Se forman también esteres, anhídridos, lactonas, alcoholes, cetonas, aldehídos, ácidos cetónicos
y ácidos no saturados. Después de la purificación, con ayuda de la glicerina se obtiene, por esterificación, los
cuerpos grasos de síntesis. Se eliminan los ácidos grasos no saturados y las vitaminas”.
"La grasa artificial, al tener un punto de fusión más elevado que la temperatura del cuerpo, hace
extraordinariamente pesada la digestión, se queda en el intestino por días y semanas, frena todo el
metabolismo y deposita grandes cantidades de desechos ácidos, que obstaculizan la actividad de los
fermentos en los tejidos y los riñones. Puede llegar hasta descalcificar el esqueleto".
"Se completan estos productos con vitaminas sintéticas y ácidos grasos no saturados. Aquello se
llama ‘grasa sintética alimentaria’. Durante el año 1958, se han consumido más de 20,000 toneladas de ella,
sólo en Alemania, que se usa en las pastelerías. En los embalajes se leen declaraciones de obscuros expertos,
afirmando que los dulces son fabricados con una grasa perfectamente sana".
Los invitados del Diablo estaban impresionados. Los suecos lo miraban de frente en forma
desesperada. Los otros dos hombres parecían resignarse a lo inevitable. La doctora apoyó su cabeza,
inclinada pensativamente, en una de sus manos.
El demonio de las conservas tomó la palabra:
- Igualmente se fabrica la margarina con grasas vegetales y aceite de ballena.
- ¡Excelentes materias primas! dijo Sten.
- Las materias primas son casi siempre excelentes. Mi objetivo es de hacerles perder su valor. El
refinamiento de la margarina la priva de sus esencias aromáticas naturales, de sus encimas y sus minerales.
La Cocina del Diablo – Gunther Schwab 58

