Page 56 - La Cocina del Diablo
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- ¡Una sustancia magnífica! dijo el Diablo.
- Se pretende, objetó Francoise, que estos compuestos se volatilizan completamente, luego de
ahumado.
- Eso es lo que afirma mi gente, pero es falso. El fenol ataca la médula espinal, la creosota corroe la
boca y los intestinos, el aldehído fórmico, los ácidos fórmico y acético, pueden hacer aparecer en la piel
ampollas de quemadura. Además, las fibras de la carne ahumada oponen una resistencia a la acción de los
jugos gástricos.
- Yo he escuchado decir que frecuentemente se reemplazan los viejos métodos de ahumado, demasiado
complicados, por nuevas técnicas, agregó el técnico.
- Usted ha escuchado bien. El nuevo procedimiento es tan dañino como el antiguo. Se obtienen el olor
y el sabor "de ahumado" con agregados químicos. Se sumerge la carne en vinagre de madera, -un líquido
viscoso, maloliente y alquitranado-. Este uso es menos caro y permite que la mercadería salga más rápido.
Los oyentes estaban fatigados. Ellos hubiesen deseado que Azo terminara de una buena vez su
informe. En efecto, ellos pensaron que todo ya estaba dicho. Pero esta no era la opinión de Azo.
Fresco como una rosa, tomó aire:
- En vista de que se trata de carnes conservadas, ¡no olvidemos las salchichas y salchichones! Aquí
tenemos hermosos productos de la técnica moderna y la química, los ha ayudado muchísimo para difundirlos.
“En Alemania del Este, 40% de carnes son consumidas bajo la forma de salchichas o embutidos. Las
tripas que sirven de envoltura a las salchichas o salchichones son químicamente esterilizadas. La materia
misma ha sido conservada con sal. Acabo de decir lo que hay que pensar sobre este procedimiento. Las
manos de los operarios que tocan el alimento son desinfectadas con productos químicos. Finalmente, no
queda ningún vestigio de constituyentes nutritivos”.
- ¿Por qué se compra eso?
- Esta admiración exagerada se explica por la publicidad, por el aspecto apetitoso de estos embutidos y
su buen sabor. Ellos son coloreados con anilina. La envoltura, teñida en marrón rojo, imita el "ahumado". Los
salchichones de hígado son tratados con anhídrido sulfuroso, de tal suerte que mantiene una frescura
aparente, aún cuando están ya descompuestas.
"Además, la industria de condimentos propone a los fabricantes de salchichas toda clase de
sazonadores nocivos. Dichos condimentos contienen colorantes, conservantes y nitrato de potasio".
- Salvo error, los ingredientes en cuestión están prohibidos por la ley, dijo Francoise.
- Los consorcios y las grandes fábricas de embutidos publican recetas que los tienen todos. Hasta el
presente, nadie se ha inquietado. ¡Tengo el placer de hacerles saber que este comercio está en plena
prosperidad!
El Diablo se impacientó:
- ¡Termine, Azo! ¿Tiene algo más que decir?
- Una palabra todavía, Patrón, acerca de la manteca de cerdo.
- Por todos los diablos...
- Esto tiene su importancia. La manteca es un deshecho de la nutrición animal; es un simple depósito
fisiológico de grasa, completamente desprovisto de vitaminas.
"Nosotros la tratamos con antioxidantes, que impiden al oxígeno penetrar en el interior de esta grasa.
En el organismo humano, donde van por ingestión, estos cuerpos paralizan la respiración de las células y
favorecen por consecuencia el cáncer”.
"Se blanquea y endurece artificialmente la manteca. A veces llega a contener níquel".
- Me parece que en la actualidad, no se consume ya manteca, objetó Alfred.
- Usted se equivoca. En 1954, Alemania ha importado 1,4 millones de quintales de tocino, de manteca
y de sebo. Ello representa un valor de 179 millones de DM.
“Nuestros métodos progresistas para conservar y afinar la grasa nos permite utilizar, para la
alimentación humana, mantecas provenientes de animales muertos”.
- ¡Eso no es posible! dijo el poeta indignado.
La Cocina del Diablo – Gunther Schwab 55