Page 183 - Libro Orgullo y Prejuicio
P. 183
en aquel momento se acercaban al escenario de sus antiguos placeres, cedió al
encanto de sus recuerdos y ya no hizo más que señalar a su marido todos los
lugares interesantes y sus alrededores. A pesar de lo fatigada que estaba por el
paseo de la mañana, en cuanto cenaron salieron en busca de antiguos conocidos,
y la velada transcurrió con la satisfacción de las relaciones reanudadas después
de muchos años de interrupción.
Los acontecimientos de aquel día habían sido demasiado arrebatadores para
que Elizabeth pudiese prestar mucha atención a ninguno de aquellos nuevos
amigos, y no podía más que pensar con admiración en las amabilidades de
Darcy, y sobre todo en su deseo de que conociera a su hermana.