Page 249 - Libro Orgullo y Prejuicio
P. 249

¿Qué es lo que se propone?
        —Ante todo, intentar que esa noticia sea rectificada en todas sus partes.
        —Su  venida  a  Longbourn  para  visitarme  a  mí  y  a  mi  familia  —observó
      Elizabeth  fríamente—,  la  confirmará  con  más  visos  de  verdad,  si  es  que  tal
      noticia ha circulado.
        —¿Qué si ha circulado? ¿Pretende ignorarlo? ¿No han sido ustedes mismos los
      que se han tomado el trabajo de difundirla?
        —Jamás he oído nada que se le parezca.
        —¿Y va usted a decirme también que no hay ningún fundamento de lo que le
      digo?
        —No presumo de tanta franqueza como Su Señoría. Usted puede hacerme
      preguntas que yo puedo no querer contestar.
        —¡Es  inaguantable!  Señorita  Bennet,  insisto  en  que  me  responda.  ¿Le  ha
      hecho mi sobrino proposiciones de matrimonio?
        —Su Señoría ha declarado ya que eso era imposible.
        —Debe serlo, tiene que serlo mientras Darcy conserve el uso de la razón.
      Pero sus artes y sus seducciones pueden haberle hecho olvidar en un momento
      de  ceguera  lo  que  debe  a  toda  su  familia  y  a  sí  mismo.  A  lo  mejor  le  ha
      arrastrado usted a hacerlo.
        —Si lo hubiese hecho, no sería yo quien lo confesara.
        —Señorita  Bennet,  ¿sabe  usted  quién  soy?  No  estoy  acostumbrada  a  ese
      lenguaje. Soy casi el familiar más cercano que tiene mi sobrino en el mundo, y
      tengo motivos para saber cuáles son sus más caros intereses.
        —Pero no los tiene usted para saber cuáles son los míos, ni el proceder de
      usted es el más indicado para inducirme a ser más explícita.
        —Entiéndame  bien:  ese  matrimonio  al  que  tiene  usted  la  presunción  de
      aspirar nunca podrá realizarse, nunca. El señor Darcy está comprometido con mi
      hija. ¿Qué tiene usted que decir ahora?
        —Sólo  esto:  que  si  es  así,  no  tiene  usted  razón  para  suponer  que  me  hará
      proposición alguna.
        Lady Catherine vaciló un momento y luego dijo:
        —El  compromiso  entre  ellos  es  peculiar.  Desde  su  infancia  han  sido
      destinados el uno para el otro. Era el mayor deseo de la madre de él y de la de
      ella. Desde que nacieron proyectamos su unión; y ahora, en el momento en que
      los anhelos de las dos hermanas iban a realizarse, ¿lo va a impedir la intrusión de
      una muchacha de cuna inferior, sin ninguna categoría y ajena por completo a la
      familia? ¿No valen nada para usted los deseos de los amigos de Darcy, relativos a
      su tácito compromiso con la señorita de Bourgh? ¿Ha perdido usted toda noción
      de decencia y de delicadeza? ¿No me ha oído usted decir que desde su edad más
      temprana fue destinado a su prima?
        —Sí, lo he oído decir; pero ¿qué tiene que ver eso conmigo? Si no hubiera otro
   244   245   246   247   248   249   250   251   252   253   254