Page 130 - Auge y caída del antiguo Egipto
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segundo matrimonio, cuando se desposó con la hija del propio rey. Convertirse
en real yerno dio a Ptahshepses acceso a los círculos más íntimos de la corte. Su
nuevo estatus propició una gran ampliación de su monumento funerario, que
incluyó la adición de una grandiosa entrada hipóstila. Pero tan vertiginoso éxito
tuvo también un precio. Al parecer, Ptahshepses se vio obligado a desheredar a
su hijo mayor, nacido de un matrimonio anterior, en favor de los hijos de su
segundo y regio matrimonio. La lealtad al monarca importaba más que la lealtad
a la propia familia.
Las reformas de comienzos de la V Dinastía, encaminadas a distanciar a la
familia real de los asuntos del gobierno, generaron involuntariamente una
burocracia con demasiado personal, demasiado bien pagada y con demasiada
autoridad. Hacia mediados de la dinastía, los cargos públicos —y los pomposos
títulos que los acompañaban— se habían multiplicado hasta tal punto que hubo
que introducir un sistema especial de jerarquías de títulos que ayudara a
distinguir entre los distintos grados de privilegio. Sin embargo, la creciente
influencia de los altos funcionarios había empezado a amenazar el monopolio
del poder hasta entonces en manos del rey, y no podía permitirse que siguiera
aumentando descontroladamente. Hacia el final de la dinastía (c. 2325), la
monarquía llevó a cabo una importante reorganización de la administración a fin
de reducir el número de burócratas y limitar sus poderes. Un aspecto central de
dichas reformas fue la delegación de responsabilidades a funcionarios
establecidos en las provincias. Aunque la intención era restringir la influencia de
los ambiciosos cortesanos, la consecuencia involuntaria fue un debilitamiento
del propio gobierno central que tendría consecuencias trascendentales y
duraderas para la estabilidad del Estado egipcio. Una vez que había saboreado
las mieles del poder, no iba a ser fácil acallar al funcionariado. Los burócratas
cuyas carreras profesionales habían definido la última fase del Imperio Antiguo
serían, en última instancia, los responsables de su desaparición.