Page 207 - Auge y caída del antiguo Egipto
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tras un período de miserias y calamidades:


                    Vendrá un rey del Sur
                    de nombre Ameny, el justificado…
                    Entonces volverá el Orden a su lugar,
                    y el Caos será expulsado. 8


                  Los  literatos  de  Senusert  I  perfeccionaron  su  arte  con  la  redacción  de  una
               excepcional obra maestra de la literatura egipcia, la Historia de Sinuhé. Se trata

               de  la  historia  ficticia  de  un  cortesano  que  huye  de  Egipto  al  enterarse  del

               asesinato de Amenemhat I. Sinuhé halla refugio en la corte de un gobernante

               palestino, y en el exilio alcanza fama y riqueza. Pero, cuando su vida se acerca al
               final, anhela volver a Egipto, abrazar todo lo que este representa y reconciliarse

               con el rey, su suprema encarnación:


                    Que  el  rey  de  Egipto  esté  satisfecho  conmigo,  que  yo  pueda  vivir  según  su  voluntad.  Que  pueda
                  presentar mis respetos a la Señora de la Tierra que está en su palacio y atender las órdenes de sus hijos.
                                                     9
                  Entonces mis miembros rejuvenecerán…

                  La popularidad del Sinuhé, que sería leído y releído durante siglos desde que

               fuera escrito, se debe a su genio literario, su elegancia narrativa y su impacto

               emocional.  Pero  el  tema  subyacente  de  la  lealtad  al  monarca  se  halla
               inextricablemente  imbricado  con  ello,  discurriendo  como  un  hilo  narrativo

               subliminal a lo largo de todo el relato. El Sinuhé resulta ejemplar no solo como

               obra narrativa, sino también propagandística.

                  Un ejemplo bastante más manifiesto de literatura política hacía de la lealtad al
               rey el principio rector de una vida recta, instando a los egipcios a lo siguiente:


                    Rendid culto al rey con vuestro cuerpo,
                    estad bien dispuestos hacia Su Majestad en vuestra mente.
                    Sed temerosos de él cada día,
                    sentíos jubilosos por él a cada instante.
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