Page 210 - Auge y caída del antiguo Egipto
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AVENTURAS EXTRANJERAS
Al final del largo reinado de Senusert I, que duró casi medio siglo (1918-1875),
los problemas que rodearon al nacimiento de la dinastía habían pasado ya a la
historia. Egipto y la Baja Nubia se hallaban bajo el firme control del gobierno
central. El oro, el cobre y las piedras preciosas que llegaban a raudales a los
reales talleres desde las minas de la conquistada Uauat proporcionaban a los
artesanos los más finos materiales, permitiéndoles crear joyas, estatuas y objetos
de arte para embellecer la corte regia, incrementar el prestigio del rey y aumentar
todavía más las arcas del Estado a través del comercio de larga distancia de
artículos de lujo de elevado valor.
Pero las relaciones exteriores de Egipto no se limitaban solo al comercio;
seguro en su propio territorio, el país mostraba una nueva predisposición a
embarcarse en actividades militares en el extranjero para defender sus intereses
económicos y obtener acceso a importantes fuentes de materias primas. Estas
dos facetas de la política exterior quedaron ilustradas de manera espectacular
durante el reinado del sucesor de Senusert I, un segundo Amenemhat. En el
templo de Dyerty, cerca de Tebas, saqueado por rebeldes y restaurado durante el
reinado de Senusert I, se descubrirían en tiempos modernos cuatro arcas de
cobre ocultas en los cimientos. Todas ellas llevaban grabado el nombre de
Amenemhat II, y en conjunto contenían un fabuloso tesoro: cuentas, sellos y
piezas en bruto de lapislázuli; lingotes, cadenas, la figura de un león y tazas de
plata, así como lingotes y figuras de barcos de oro puro. Dicho tesoro sigue
siendo uno de los más ricos descubrimientos jamás realizados en el valle del
Nilo. Pero no era solo su riqueza lo que llamaba la atención. Las redes
comerciales cuya existencia delataba no resultaban menos impresionantes: el
lapislázuli venía de Mesopotamia y de las distantes minas de la actual
Badajshán, mientras que las tazas de plata eran de diseño minoico y debían de
proceder de Creta o de alguna comunidad mercantil minoica de Siria.
Otro descubrimiento más reciente ha confirmado esta dimensión internacional