Page 216 - Auge y caída del antiguo Egipto
P. 216
abastecido de personal y provisiones de forma centralizada, desde el distante
Egipto, pese a la proximidad de florecientes asentamientos autóctonos. Shalfak,
denominada «El que somete a los territorios extranjeros», era una base de
patrullas paramilitares que recorrían el desierto circundante para controlar los
movimientos de personas y mercancías. Uronarti, «El que repele a los miembros
de las tribus», servía de centro de mando para las guarniciones regionales y
ofrecía un nuevo palacio de campaña para uso del rey. Un rasgo común a todos
los fuertes era su hábil uso de la topografía local para aumentar su capacidad
defensiva. Así, sobre las crestas de roca discurrían muros de cerramiento, los
empinados riscos estaban coronados por almenas imponentes, y había escaleras
camufladas que conducían hasta el río a fin de asegurar el suministro de agua en
caso de asedio.
Más allá de Uronarti se alzaba el más impresionante conjunto de fuertes, y
núcleo principal de todo aquel despliegue, para vigilar la estrecha garganta de
Semna, una frontera natural que resultaba relativamente fácil de defender. En la
orilla este, dominando el principal brazo del río y evitando la infiltración desde
el Desierto Oriental, estaba Kumma, «El que se enfrenta a los arqueros». Frente
a ella, en el lado oeste de la garganta, se situaba la fortaleza principal de Semna,
«Poderoso es Jakaura, el justificado». Dominada por grandes barracones, se
alzaba dispuesta a cerrar el paso por la garganta y defender los intereses egipcios
de un posible ataque desde Kush. Además de contar con una guarnición
permanente de entre cuatrocientos y quinientos hombres, su comandante podía
también pedir refuerzos rápidamente a Uronarti, Iken y Buhen, emplazadas río
abajo, mediante un sistema de almenaras en puestos de transmisión situados al
alcance de la vista unos de otros. En tiempos de paz, el principal cometido de la
guarnición de Semna era el de controlar el tráfico a lo largo de este tramo del
Nilo. Los barcos fondeaban en la zona de aguas bajas mientras sus cargamentos
eran trasladados a barcos egipcios o a caravanas terrestres de burros para su
posterior viaje a Iken. Otra base más avanzada en Semna del Sur, bautizada con
el beligerante nombre de «El que reprime a los nubios», proporcionaba un área