Page 295 - Auge y caída del antiguo Egipto
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transmitiéndolo  a  una  nueva  generación.  Cuando  Amenhotep  II  (1426-1400)
               sucedió a Thutmose III, se ignoró a los hijos del anciano visir, que posiblemente

               esperaban  seguir  los  pasos  de  su  eminente  padre,  en  favor  de  otra  familia

               completamente  distinta.  Un  nuevo  soberano,  una  deliberada  ruptura  con  el
               pasado, propiciaba un cambio decisivo de familia en la cúspide de la burocracia

               del Alto Egipto, al tiempo que recordaba a la élite gobernante lo precario del

               poder en una monarquía absoluta. Bien pudiera decirse: «El rey te lo da y el rey

               te lo quita; bendito sea el nombre del rey».





               ORGULLO Y PREJUICIO


               La principal beneficiaria del nuevo reinado fue una familia con contactos regios
               igualmente  sólidos,  pero  esta  vez  con  Amenhotep  II,  no  con  su  predecesor.

               Cuando era todavía un joven príncipe, Amenhotep había recibido instrucción de

               un hombre llamado Ahmose-Humay que era «supervisor del palacio del harén»,

               la institución que proporcionaba un hogar a las esposas y los hijos del rey. Los
               dos hijos de Ahmose-Humay crecieron, si no exactamente junto al príncipe, sí al

               menos en el mismo entorno. Cuando Amenhotep accedió al trono, se apresuró a

               ascender  a  altos  cargos  a  sus  compañeros  de  la  infancia.  El  hermano  mayor,
               Amenemopet, se convirtió en visir del sur, sucediendo en el puesto a Rejmira,

               mientras  que  el  pequeño,  Sennefer  (literalmente,  «buen  hermano»),  fue

               nombrado alcalde de Tebas. Entre los dos, Amenemopet y Sennefer controlaban

               prácticamente  todos  los  aspectos  de  la  administración  del  Alto  Egipto.
               Asimismo, ambos hermanos reforzaron su pertenencia al círculo de allegados del

               nuevo  rey  casándose  con  mujeres  del  mismo  entorno,  Amenemopet  con  una

               mujer del palacio del Harén y Sennefer con una real nodriza.
                  Sennefer es uno de los pocos funcionarios del Imperio Nuevo cuyo verdadero

               carácter  se  entrevé  al  margen  de  los  registros  oficiales  gracias  a  una  serie  de

               detalles biográficos, cuidadosamente escogidos, inscritos en su tumba. Aunque,
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