Page 344 - Auge y caída del antiguo Egipto
P. 344

eliminar todas las figuras y nombres de Amón-Ra. También la emprendieron con
               todos los nombres de persona que incluían los elementos «Amón» o «Mut», por

               más que entre ellos se contaran los del propio padre de Ajenatón (Amenhotep

               III) y su propia abuela (Mutemuia). La profanación oficialmente sancionada se
               extendió  incluso  a  la  forma  plural  de  la  palabra  dios.  Aterrorizados  por  la

               revolución  cultural  del  rey,  los  ciudadanos  se  apresuraron  a  protegerse,

               sometiendo sus preciadas posesiones personales a una especie de autocensura y

               cambiándose de nombre para escapar a las iras de los iconoclastas. Un escriba
               del  ejército  llamado  Ptahmose  se  convirtió  rápidamente  en  Ra-mose,  y  el

               sacerdote Mery-neit pasó a ser Mery-ra (y no se atrevió a recuperar su nombre

               original  hasta  después  de  la  muerte  de  Ajenatón).  Para  una  gran  parte  de  la
               población, aquella orgía de vandalismo debió de parecer un asesinato ritual de

               sus más queridas esperanzas y creencias.

                  Pero el rey se mantuvo impertérrito y su Enseñanza, clara como el agua. No

               solo Atón era el único dios, sino que el único camino de salvación pasaba por
               Ajenatón y los miembros de su familia:


                                     No hay nadie que te conozca,
                                     excepto tu hijo, Neferjeperura, el Único de Ra,
                                     a quien has mostrado tus sendas y tu poder…

                                     Todos los que han pasado desde que fundaste la Tierra,
                                     tú los alzaste para tu hijo, quien proviene de tu cuerpo,
                                     el Doble Rey que vive en la Verdad, el Señor de las Dos Tierras,
                                     Neferjeperura, el Único de Ra,
                                     el Hijo de Ra, que vive en la Verdad, Señor de las coronas,
                                     Ajenatón, cuya vida es larga;
                                     y la Gran Esposa del Rey a quien él ama, la Señora de las Dos Tierras,
                                     Neferneferuatón-Nefertiti, viva y joven por siempre y para siempre. 10


                  Jamás la institución de la monarquía se había visto elevada a una posición tan

               absoluta.
   339   340   341   342   343   344   345   346   347   348   349