Page 118 - Lara Peinado, Federico - Los etruscos. Pórtico de la historia de Roma
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tras octogonales; Tomba dei Rilievi, propiedad que fue de la familia Matuna, con una
única cámara principal decorada con relieves de estuco policromado, figurando los
más variados objetos, alusivos a la caza, la guerra, los juegos, la cocina e incluso a
los cargos políticos y sacerdotales (un liber linteus, si se acepta como tal una sábana do
blada); Tomba della Capanna, que imita en sus dos espacios que la constituyen las caba
ñas a doble vertiente de la Edad del Hierro; Tomba della Casetta, de planta cruciforme
articulada en seis ambientes comunicados todos ellos; Tomba di Marce Ursus, que ha re
cibido el nombre del personaje mencionado en una de sus paredes; Tomba delle Colon-
ne Doricbe, constituida por un solo ambiente funerario con dos pilastras coronadas con
capiteles de orden dórico; Tomba del Tablino, del tipo a dado, caracterizada por su plani
metría que reproduce la distribución de una casa etrusca; Tomba deUe Cinque Sedie, lla
mada así por contener cinco asientos o sitiales para cobijar otras tantas estatuas, símbo
lo de la continuidad de la estirpe aristocrática; Tomba deü’Alcova, de la familia Tama,
con gran cámara sepulcral dividida en varias estancias; Tomba dei Tarquinii —conocida
también como delle Iscrizioni—, y que fue utilizada durante ocho generaciones como
m ínimo; Tomba dei Sarcofagi, de la familia Apucu, con dos cámaras en las que fueron ha
llados diferentes sarcófagos; Tomba del Triclinio, con un único ambiente funerario deco
rado con escenas hoy desparecidas.
En la misma necrópolis, además de los grandes túmulos numerados como I, II y IX,
hay que recordar los conocidos como della Comice, Maroi, Mengareüi, del ColonneUo, degli
Scudi e delle Sedie —éste con un diámetro de más de 40 m—, que encierra en su ámbito
tres notabilísimas tumbas: la Tomba dei Leoni Dipinti, de cuatro cámaras, la Tomba degli
Scudi e delle Sedie, que reproduce una casa etrusca del siglo vi a.C., y la Tomba deUArgiUa.
Al sur de este gran túmulo se halla el Tumulo degli Animali Dipinti, con cuatro tumbas,
una de las cuales, por sus pinturas, da nombre al mismo. Más adelante está el
Tumulo della Nave, que contiene cinco cámaras sepulcrales, una de ellas con tres tum
bas. Su nombre le viene dado por contener en su interior la pintura de una nave a vela
etrusca.
Por lo que respecta a la necrópolis del Sorbo, situada al sudoeste de Caere, debe
recogerse tan sólo la Tomba Regolini-Galassi, de la fase orientalizante, con grandioso
túmulo de 48 m de diámetro, que albergó otro más pequeño, el cual proporcionó un
rico ajuar, hoy conservado en el Museo Gregoriano Etrusco del Vaticano.
La necrópolis del Monte Abatane, al este de la ciudad, necrópolis saqueada en
diferentes ocasiones por excavadores clandestinos, conserva pocas tumbas. De inte
rés son el Tumuh Campana, con dos ámbitos funerarios, la Tomba Martini-Marescotti,
y el Tumulo Torlonia, con hipogeo precedido de largo drómos e interesante fachada de
tipo rupestre.
En Tarquinia
Tarquinia —que conoció todos los tipos de enterramiento empleados por los
etruscos, desde tiempos villanovianos hasta el final de la historia etrusca— dispuso
de varias e impresionantes necrópolis, entre ellas: Monterozzi, Poggio Selciatello,
Le Rose, Infernaccio, Poggio del’Impiccato, Poggio Gallinaro, Quarto degli Archi,
Scataglini y Villa Tarantola.
De todas ellas, la más significativa es la de Monterozzi, ubicada al nordeste del
núcleo urbano y comenzada a utilizar a principios del siglo vi a.C. En tal necrópolis
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