Page 255 - Lara Peinado, Federico - Los etruscos. Pórtico de la historia de Roma
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agostarán bajo la canícula y serán destruidas por la cizaña.  Surgirán numerosas di­
                sensiones entre las gentes. Has de saber que tales castigos se producirán cuando ta­
                les crímenes se cometan. Por eso no tengas ni mala fe ni lengua engañosa.  Guarda
                en tu corazón nuestras enseñanzas.

            El hallazgo de unos cuantos mojones, alusivos a los límites de propiedad privada
        (por ejemplo el hallado en Bettona, en la Umbría, y contenido en TLE, 692), además
        del famoso cipo de Pemgia (TLE, 570), relativo también a límites de propiedades rústi­
        cas, corroboran la existencia de la propiedad privada de la tierra entre los etruscos,
        quienes conocieron no sólo la gran propiedad, sino también los campos de mediana
        y pequeña extensión, propiedades todas ellas delimitadas adecuadamente mediante
        mojones, que contenían la palabra etrusca tular («confines», «límites»).
            La limitatio,  mediante los mojones con la indicación de la antedicha palabra en
        ellos escrita, no sólo afectaba a los campos agrícolas, sino también al pomerium de las
        ciudades, como puede verse en un mojón de Perugia, que lleva escrita la expresión
        tezan teta tular (TLE,  571),  así como a los límites territoriales de un enclave urbano,
        caso,  por  ejemplo,  de  Fiésole,  con  mojones  que  indican  tular spural (TLE,  675)  y
        spu[]pu[] (TLE, 689); a los de una tumba, según testimonia una inscripción de Mon-
        tepulciano, sobre piedra, que dice en su primera línea tular hilar nesl (TLE, 515) e, in­
        cluso,  al de las fronteras de la Liga etrusca en Cortona,  en donde se halló un texto
        con la indicación de tular rainal (TLE, 632).
            Como se dijo al hablar del desarrollo histórico de Etruria, una de las consecuen­
        cias de la primera guerra civil de la época republicana romana, motivada por el en­
        frentamiento  de  Cayo Mario y L.  Comelio  Sila,  se manifestó en el régimen  de las
        propiedades  de  los  campos,  los  cuales  fueron  desposeídos  a sus  legítimos  dueños
        etruscos y entregados por el vencedor Sila a sus veteranos en el año 82 a.C., muchos
        de los cuales las trabajaron en calidad de colonos.
           En relación con aquellos colonos que recibieron tierras puede ponerse el cipo
        sepulcral hallado  en Montepulciano,  que,  además  de testimoniar la existencia de
        una limitatio en el terreno de una tumba (tular hilar nesl), recoge también el nombre
        del difunto Au.Latini (= Aulus Latinius), a quien la inscripción califica de claruchies.
        J.  Heurgon se preguntó si tal vocablo no  sería un genitivo formado  a partir de la
        palabra griega klerouchos,  aceptada tardíamente por el vocabulario  etrusco.  Si esto
        es así, tendríamos la confirmación por parte de una fuente etrusca de la presencia
        de colonos militares latinos (caso del precitado Aulus Latinius) beneficiados con la
        asignación de tierras.



        Dominio de la agricultura

           Que los etruscos dominaron la agricultura es un hecho constatado, sobre todo por
        habernos llegado unos pocos fragmentos de un Tratado agrícola, debido a un tal Sasema,
        un campesino etrusco, inventor de un insecticida, que vivió a finales del siglo π a.C.,
        y tenido por autoridad en la materia por Varrón, Columela y Plinio el Viejo.
           Aunque es una referencia de indudable importancia, tal tratado obedece, de he­
        cho, a un testimonio agrícola tardío, más en conexión con la tradición agronómica
        romana que con la etrusca. En cualquier caso, confirma la pericia que los etruscos tu­
        vieron en el campo de la agricultura.


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