Page 283 - Lara Peinado, Federico - Los etruscos. Pórtico de la historia de Roma
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     ejércitos de Aníbal las situaría en los años de la Segunda Guerra Púnica o quizá po
       drían haber tenido una circulación más antigua, si se hacen coincidir con la llegada
       de Pirro a Italia, lo cual daría una fecha alrededor del año 280 a.C.
           Otras  cuatro  series,  labradas  en  plata,  pueden  cerrar  este  apartado.  Presentan
       como motivos iconográficos —además del signo de su valor— testas viriles y pulpos
       que salen de un ánfora en sus anversos, hallándose lisos sus reversos. La carencia de
       leyenda impide conocer sus cecas de emisión.
           En cualquier caso, a finales del siglo iii a.C., la moneda etrusca fue desaparecien
       do paulatinamente  de la circulación,  siendo  absorbida por las  emisiones romanas,
       mucho más numerosas y de mayor belleza formal.
       Monedas extranjeras en Etruria
           Pocos son los  estudios  acerca de la presencia de monedas  extranjeras  en tierras
       etruscas (P. Visoná, F. Catalli). Gracias a los mismos se sabe que un significativo nu
       merario de procedencia macedonia, griega, magno-griega, siciliota, púnica y romana
       circuló de hecho por toda Etruria por razones comerciales.
           Entre los hallazgos más importantes hay que aludir al efectuado en Pyrgi, con te-
       tradracmas de Siracusa, Messana, Leontini e incluso de Atenas, monedas todas emi
       tidas hacia el 480 a.C. También en esta localidad fueron halladas monedas romanas
       (aes grave), aunque en este caso con claro significado votivo. En el área de Tarquinia
       también se han localizado monedas procedentes de Himera y de Agrigento, del si
       glo v a.C. Etruria meridonal conoció, a partir del siglo rv a.C., la difusión de mone
       das púnicas.
          De la Etruria septentrional se tienen los hallazgos de monedas focenses en Vol
       terra, así como abundantes ejemplares romanos con la leyenda de Roma y Romano en
       Populonia, Vetulonia y Clusium.
       El s is te m a  p o n d e r a l
          Vistas las bondades de regirse por un sistema de pesas y medidas, necesario en
       cualquier tipo de civilización, los etruscos se dotaron de tal recurso para manejarse
       en su vida  cotidiana. Al igual  que  ocurrió  en  el Próximo  Oriente y en  Grecia,  los
       etruscos no  dispusieron de un sistema uniforme,  sino que varió  en función  de sus
       ciudades.
           Hasta el presente se han podido clasificar, como etruscos y dentro de su sistema
       ponderal, tan sólo diez pesos metálicos o «contrapesos» (de bronce y plomo), locali
       zados en Cerveteri, Volterra, Lucca, Chiusi y Vetulonia, aparte de otros varios elabo
       rados en piedra (procedentes éstos en su mayoría de Marzabotto).
          De acuerdo con A. Maggiani, los ejemplares ponderales metálicos etruscos adop
       taron diversas formas: a modo de ánforas, de cabezas humanas con anillo de suspen
       sión, de conos y de bolas. Uno de los más interesantes, un aequipondium de Cerveteri
       (hoy en el Museo de Villa Giulia), de bronce y plomo, con un peso de 734,87 g, de for
       ma ovoide (10 cm de altura) y con anillo de suspensión, fechable en el siglo m a.C., pre
       senta una inscripción en diez líneas de compleja interpretación, aunque muy bien es
       tudiada por el etruscólogo antes citado. Así, se sabe que tal «contrapeso» lo dedicó
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