Page 287 - Lara Peinado, Federico - Los etruscos. Pórtico de la historia de Roma
        P. 287
     frontones de los templos permaneció vacío de decoración hasta el año 400 a.C., mo
        mento en que, por influencia griega, dicho espacio se rellenó con escenas figuradas,
        elaboradas en terracota. Los especialistas han señalado que los templos etruscos pre
        sentaron, por lo general, un aspecto arcaico, cargado y macizo, características que los
        distinguían de las construcciones religiosas griegas y romanas.
           La arquitectura funeraria evolucionó también, según los lugares y las épocas, des
        de las tumbas de simple pozo,  destinadas a contener las urnas con las cenizas  del di
        funto, hasta las tumbas defosa, desplazadas muy pronto por la tumba de cámara, ya de
        carácter monumental, preparada para la inhumación de los difuntos y cubierta gene
       ralmente con un grandioso túmulo circular,  quizá el principal elemento arquitectóni
        co etrusco, y que, aisladas en el campo o agrupadas a lo largo de silenciosas calles,
       formaban impresionantes necrópolis.
           El túmulo, según descripción de A. Hus, se compone de un zócalo circular, deli
       mitado por una crepís moldurada, sobre la que se sitúa una acumulación de tierra, de
       forma más o menos cónica, a veces sobremontada con un coronamiento. A su inte
       rior, que podía contener varias tumbas —caso del túmulo II de Caere—, se accedía
       por un pasillo (drómos) de diferentes longitudes, según los casos.
           A tales tumbas les sucedieron las tumbas hipogeo, verdaderos complejos de cáma
       ras subterráneas que reproducían con toda fidelidad el esquema y el interior de las
       moradas de los vivos, uno de cuyos ejemplos podría verse en el hipogeo de los  Vo
       lumni en Perugia.
           La  grandeza  de  las  necrópolis  etruscas,  la  riqueza material y  decorativa  de  las
       tumbas, así como la cuidadosa ejecución de sus pinturas y plástica, hablan de la gran
       importancia que para los etruscos tenía la Ultratumba.
           Aunque  los  parámentos  constructivos  de  las  tumbas  fueron  en  general  unifor
       mes, la arquitectura funeraria presentaba evidentes diferencias estructurales según se
       tratase del norte o del sur de Italia, diferencias debidas sobre todo a la distinta confi
       guración geomórfica de ambas regiones: toba volcánica en el sur, frente a rocas sedi
       mentarias en el norte.
           Hasta ahora, que sepamos, ha sido hallado en Etruria tan sólo un edificio teatral es
       table, de piedra, en Castelsecco (Arezzo), fechado en la segunda mitad del siglo π a.C.,
       en el ámbito de un área sagrada. Del mismo han llegado los basamentos de la orches
       tra y algunas hileras de la cávea. Otros teatros, de mayor antigüedad, fueron construi
       dos tal vez de madera, a modo de teatros desmontables. No hay duda de que existie
       ron, ya que diferentes representaciones pictóricas así lo testimonian, caso, por ejem
       plo,  de  la  Tomba  delle Bighe,  en  Tarquinia,  en  donde  aparece  figurado  un  teatro
       etrusco. Algunos espacios a cielo abierto con gradas excavadas, caso del basamento
       circular de Grotta Porcina o el de la Tomba della Cuccumella en Vulci, pueden ser testi
       monio de otros tantos teatros. En cualquier supuesto, nunca se levantaron al estilo
       de los teatros monumentales griegos o romanos.
       La e s c u l t u r a
           Es innegable, a la vista de los numerosísimos ejemplares que han llegado a nues
       tros días, que los etruscos fueron excelentes escultores, ya reconocidos en la propia
       Antigüedad por diferentes autores griegos y latinos.
                                                                           293





