Page 378 - Lara Peinado, Federico - Los etruscos. Pórtico de la historia de Roma
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Tú que te asombras de que yo tenga en un solo cuerpo tantas formas, escucha
los atributos originarios del dios Vertumno. Etrusco soy y de etruscos desciendo y
no me pesa haber abandonado mis hogares de Bolsena durante las guerras [...]. Me
llamo dios Vertumno por el río (el Tiber) que desvió su curso o bien porque recojo
los primeros frutos al comienzo del año, creyó la gente que eran consagrados a
Vertumno [...]. Tengo otra explicación para mi nombre [...]. Mi naturaleza se pres
ta a todas y cada una de las formas: cámbiame en la que quieras y seré un dios be
llo, vísteme con seda de Cos y me convertiré en una tierna doncella...
L a a c o g i d a d e d io s e s g r i e g o s
Al tiempo que las divinidades etruscas comenzaban a helenizarse ya a mediados
del siglo vil a.C., muchos dioses griegos y determinados mitos (los de Teseo, Aquiles,
Ulises y Heracles) fueron acogidos con toda prontitud en el panteón de Etruria, que
se había abierto a los influjos in primis de la Magna Grecia y luego de la Grecia asiá
tica dentro de un proceso de muy difícil comprensión, pero altamente conectado
con el deseo de las clases gentilicias. En dicho proceso tuvieron mucho que ver «los
artesanos de la palabra», en feliz expresión de M. Torelli, los cuales difundieron por
Etruria y por el Lacio leyendas y argumentos sacros en el ámbito de un complejo fe
nómeno de contacto entre culturas.
Testimonio significativo de la llegada del mito griego a suelo etrusco —y su gene
ral aceptación— lo constituye la crátera de Aristonothos, que se comentó en páginas
anteriores, pintada hacia el 650 a.C. en Caere, cuya escena alusiva al mito de Ulises
y Polifemo hubo de ser perfectamente comprendida. Aparte del posible episodio
puntual, la evocación mítica del enfrentamiento entre Ulises y Polifemo pudo ser
susceptible de una transposición simbólica que identificase a etruscos contra sicilio-
tas en aquellos dos personajes.
Acomodo en el panteón etrusco
La llegada de los mitos significó tam
bién la llegada de los dioses griegos a suelo
etrusco, muchos de los cuales hallarían
acomodo al ser identificados o adaptados
a dioses indígenas en una operación ideo
lógica, desde luego muy compleja, mien
tras que otros serían tomados en préstamo.
Entre estas últimas divinidades hay
que señalar a Apolo y a Ártemis, su her
mana, que se convirtieron, respectiva
mente, en Aplu (o Apulu) y Artume(s) (o
Artames y Aritimi), divinidades docu
mentadas en suelo etrusco ya en la mi
tad del siglo vi a.C.
Lo mismo cabe decir de Heracles
(Hercle), Letona (Letun), Cástor (Castur) y
Héroes griegos en el Olimpo y en el Más Allá. Pólux (Pultuce), Hades (Aita), Perséfone
Vulci. (Biblioteca Nacional, París.) (Phersipnai) y Carón te (Charu(n)).
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