Page 379 - Lara Peinado, Federico - Los etruscos. Pórtico de la historia de Roma
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Aplu
Aplu tuvo unas características religiosas semejantes a las del griego Apolo. Ya des
de la mitad del siglo vi a.C. fue representado a modo de joven arquero, con largos
cabellos, según se observa en algunos vasos pónticos, en relieves broncíneos y en las
tras de terracota policromada (Placa Campana, hoy en el Louvre), siguiendo la icono
grafía y el contenido mitológico griegos (había matado a Pitón y a Ticio). Por ello, su
carácter teológico se hizo próximo, durante un tiempo, al de un demonio de la muer
te, acompañado por genios con cabezas de lobo o de león.
Sin embargo, también fue creído un dios purificador que eliminaba la serpiente.
Su máxima representación plástica, de época arcaica, se debe al escultor Vulca, que la
hizo para el grupo que decoró el templo del Portonaccio de Veyes y a la que se alu
dió en su momento. En el repertorio ornamental de algunos espejos, Aplu aparece
asociado a la figura de la diosa Menrva. En el siglo v a.C., la imagen de Aplu se
transformó, pasando a ser figurado como un citarista, conductor de musas, según
puede verse en determinadas figurillas de Veyes, Santa Marinella, Caere, Gravisca y
Bolonia. Quedó asociado, por lo tanto, a ambientes más o menos dionisíacos.
Aplu tuvo, lógicamente, amplio culto en centros etruscos visitados por co
merciantes de origen griego, caso de Gravisca, importante puerto de Tarquinia,
que ya conocemos. Allí fue hallada un ancla de mármol dedicada al dios por un
rico mercader griego, de nombre Sóstratos, fechada hacia el 530 a.C. Asimismo,
los habitantes de Caere le tributaron un gran culto, no dudando, en torno al 540 a.C.,
en enviar una embajada a Grecia, al santuario de Apolo en Delfos, a fin de expiar
las atrocidades que tales etruscos habían cometido después de la batalla naval de
Alalia. Asimismo, los habitantes de Adria y de Spina, muy helenizados, rindieron
culto a tal divinidad, según documentan vasos que le habían sido dedicados.
A pesar de su importancia, el nombre de Aplu no apareció recogido en el Híga
do de Piacenza, dado que su figura no se pudo asimilar, al parecer, a ninguna específi
camente etrusca.
Aritimi
Aritimi o Artume(s), la hermana de Aplu, fue objeto de una evolución teológi
ca. De ser una feroz arquera, cazadora de animales (vasospónticos) y cabalgar sobre
ciervos, pasó a ocuparse del mundo musical, tañendo liras. En un espejo de Ber
lín, fechado a comienzos del siglo v a.C., se representa a ambos hermanos en una
escena musical, testimoniando así su evolución teológica, que desembocó en la
protección de la infancia. También aparece junto a Aplu en una estatuilla de bron
ce (hoy en París) en la que se halla una inscripción votiva en honor de Aritimi
(TLE, 737).
Dicha diosa no tuvo templos específicos, pero se supone que el del Portonaccio
pudo haberle estado dedicado en parte. Asimismo, en el templo del Ara della Regi
na se halló un objeto votivo con su nombre.
Aritimi/Artume(s) no tuvo las connotaciones de la Artemis griega (señora de las
fieras y de la caza), si bien en las representaciones tardías (Roma, Gravisca) se la in
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