Page 122 - Alvar, J. & Blázquez, J. M.ª (eds.) - Héroes y antihéroes en la Antigüedad clásica
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Rómulo. Un panorama muy próximo es el que encontramos en Ca­
       mila, una heroína hija de Metabo, rey Priverno, cuya educación y ju­
       ventud es dibujada por Virgilio en términos muy similares a los de Ró­
       mulo. Aunque la tomó del mundo mitológico latino, Virgilio recreó
       literariamente la figura de Camila,  aplicando  sobre un personaje  fe­
       menino  los  criterios  de  la  «Mánnerbünd»,  como  recientemente  ha
       mostrado G. Capdeville.
          Una situación muy diferente es la de Horacio Cocles, a quien los
       romanos colocaban en un tiempo histórico. Según la tradición, fue en
       el año 508 a.C. cuando Horacio realizó la hazaña de detener él solo al
       ejército etrusco de Porsenna en el puente Sublicio, evitando así la caí­
       da de la ciudad en manos enemigas; una vez que el puente fue corta­
       do, Horacio se arrojó con sus armas al río y consiguió regresar nadan­
       do a la ciudad (tan sólo Polibio dice que murió ahogado); sus conciu­
       dadanos  se  mostraron  muy  agradecidos  hacia  su  salvador,  a  quien
       erigieron una estatua en el Foro y entregaron como recompensa sus
       raciones diarias y la tierra que podía arar una yunta de bueyes duran­
       te un día (Liv., 2.10; Dion., 5.23.3-25.3; Plut., Popí, 16; Pol., 6.55.1-3;
       Front., Strat., 2.13.5; Val. Max., 3.2.1).
          Diversos  autores  modernos  han resaltado  el  carácter mitológico
       de Horacio Cocles y su estrecha relación con los héroes del Lacio. En
       primer lugar, Cocles significa «el tuerto», indicando una peculiaridad
       oftálmica que le acerca a Caeculo. También se encuentra muy próxi­
       mo a Vulcano, puesto que su estatua se levantó en el Volcanal (Gell.,
       Noct. At., 4.5.1) y llegó a confundirse con un simulacro de esta misma
       divinidad. En este sentido son interesantes las palabras que Livio pone
       en boca de Cocles cuando éste se lanza al Tiber e invoca a la divini­
       dad del río, ofreciéndole no solamente su persona, sino también sus
       armas (Liv., 2.10.11); ahora bien, los sacrificios de armas eran caracte­
       rísticos  de Vulcano  (Liv.,  1.35.7;  Serv., Aen.,  8.562)25.  Cocles  se nos
       presenta muy probablemente como un antiguo héroe romano, quien
       con su acción salvadora de la ciudad asume automáticamente conno­
       taciones «fundacionales», de igual manera que posteriores personajes
       históricos como Camilo, Mario o el propio Augusto serán considera­


         25   La consideración de Vulcano como antiguo dios del Tiber constituía uno de los
       argumentos centrales de la obra de J. Carcopino,  Virgile etks origines d’Ostie, París,  1968
       (2.a ed.), 97 y ss., opinión fuertemente contestada entre otros por H. J. Rose, «The Cult of
       Volkanus at Rome»,/AS, 23,  1933, 46-63; J. Le Gall, Recherches sur le culte du Tibre, Paris,
       1953,40 y ss.; G. Camassa, «Sull’origine e le fanzioni del culto di Volcanus a Roma», RSI,
       96,1984, 845; G. Capdeville,  Volcanus, Roma, 1995,417.

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