Page 165 - Alvar, J. & Blázquez, J. M.ª (eds.) - Héroes y antihéroes en la Antigüedad clásica
P. 165
mera conjuración de Catilina», nunca se aclararían completamente, ya
que la comisión de investigación nombrada al efecto enterró las inves
tigaciones, seguramente a instancias de los políticos comprometidos.
Pero no es difícil entrever tras los hilos del complot la mano de Cra
so, que, por esta época, demostraba una febril actividad a espaldas y
aun en contra de Pompeyo, como lo prueba el envío de Cn. Pisón a
la Hispania Citerior como gobernador, con el fallido intento de sus
traer a Pompeyo parte de las numerosas clientelas que tenía en la pro
vincia.
Craso no sólo puso en movimiento agentes en la sombra. Su cen
sura en el 65 fue utilizada abiertamente por el rico financiero para
crearse una posición de poder independiente de la oligarquía optima
te, con recursos que, sin embargo, fracasaron. Uno de ellos pretendía
lograr su investidura como magistrado extraordinario para transfor
mar el reino de Egipto en provincia, en base a un pretendido testa
mento del rey Tolomeo XII Auletés, entronizado en el 80 por Sila,
que habría dejado en herencia el reino al pueblo romano. Otro inten
taba, con las prerrogativas de censor, la inscripción en bloque de los
ciudadanos latinos de la Transpadana en las listas de ciudadanos ro
manos, lo que hubiera proporcionado a Craso una enorme clientela
política. Pero ambos proyectos fracasaron ante el continuado veto de
su colega Catulo, tras el que se encontraba la decidida oposición de
los optimates, que preparaban el asalto al consulado del 63. Catilina en
cabezaba, con Antonio Híbrida, la lista para la magistratura, una vez
resuelto favorablemente el proceso de repetundis en el que se hallaba
incurso, y con el decidido apoyo de Craso. Sus planes fracasarían de
nuevo por la intromisión de un tercero en discordia. Este candidato
era M. Tulio Cicerón.
Cicerón: el consulado del año 63
Oriundo de Arpino, de una familia ecuestre de la burguesía muni
cipal, Cicerón representa uno de los no muy abundantes ejemplos de
promoción que ofrece la historia política de la República. De sorpren
dentes cualidades oratorias, en unas circunstancias en las que la activi
dad judicial ocupaba un importante lugar en la vida pública, Cicerón,
con el apoyo de los miembros de su clase, influyentes caballeros y, en
parte, a su servicio, había logrado un renombre en el foro que le abrió
las puertas del senado con la investidura de la magistratura cuestoria
en Sicilia, el año 75. Sería superfluo extenderse en la caracterización
172