Page 271 - Alvar, J. & Blázquez, J. M.ª (eds.) - Héroes y antihéroes en la Antigüedad clásica
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perial dé un giro con respecto a la Iglesia, pasando a promulgarse des
de entonces toda una legislación religiosa orientada a favorecer a la
nueva religión y a sus elementos jerárquicos más característicos57.
Así pues sabemos que, cómo resultado de la orientación asignada
a su política religiosa (que incluía larguezas con respecto a la Iglesia),
Teodosio sería bien considerado por los escritores cristianos. Pero
¿qué sucede con los paganos? En el caso de Libanio, por ejemplo, la
amistad breve, aunque intensa, con Juliano marcaría en buena medi
da su existencia y sus escritos58.
Aunque achaca una cierta intolerancia y fanatismo a los últimos
momentos de la vida de dicho emperador, se adhiere sin reservas al
mito que se había originado tras el final trágico del mismo. De este
modo deja entrever que la triste suerte que acompañó a sus sucesores
(Joviano, Valentiniano y Valente), así como la terrible desgracia que
supuso la derrota de Adrianópolis, no serían más que la expresión del
castigo de los dioses a los romanos, a quienes hacía culpables de la
muerte de Juliano59.
Seguidamente propone a Teodosio como modelo político tenien
do en cuenta el restablecimiento de los valores culturales que suponía
el helenismo como medio de mantener alejados a los bárbaros; a pe
sar de todo Libanio no será capaz de imaginar, como harían otros mu
chos contemporáneos suyos, la posibilidad de integrar tales valores en
el seno del cristianismo.
Así pues, ¿existe suficiente base documental para calificar a Julia
no como apóstata y a Teodosio como el Grande?; o, dicho de otra ma
nera, ¿el primero de ellos sería un antihéroe y el segundo un héroe? Si
nos apoyamos exclusivamente en las indicaciones de los autores cris
tianos las respuestas serían afirmativas, pero si analizamos las conside
raciones de los paganos no sucedería tal cosa.
Por consiguiente, resulta totalmente .necesario reivindicar la figura
y personalidad de Juliano, y ello a pesar de que algunos escritores pa
ganos critican igualmente la actuación política de dicho emperador60,
57 J. Gaudemet, «Politique ecclésiastique et legislation religieuse aprés l’édit de
Théodose I de 380», Accad. Constmtiniana VIconv. intem., Pereugia, 1986, 1 y ss.
58 U. Criscuolo, «La difesa delFellenismo dopo Giuliano: Libanio e Teodosio», Koi-
nonia, 14 (1990), 5 y ss.
59 M. A. Marié, «Virtus et fortuna chez Ammien Marcellin: la responsabilité des
dieux et des hommes dans 1’abandon de Nisibe et la défaite d’Adrianople (Res Gestae
XXV, 9 et XXXI)», REL, 67 (1989), 179 y ss.
60 Véase, como ejemplo, Temistio (Or. 5).
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