Page 81 - Alvar, J. & Blázquez, J. M.ª (eds.) - Héroes y antihéroes en la Antigüedad clásica
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persa. Indicios de ello pueden encontrarse en varios hechos. Así que
      ya desde antes incluso de la muerte de Darío, y cada vez en mayor me­
      dida, el rey llevaba adelante una política de colaboración con nobles per­
      sas destacados a los que iba incorporando no sólo a tareas gubernamen­
      tales de los territorios recientemente sometidos, sino a su propio círcu­
      lo27. Esta aceptación de lo persa y el continuismo con el estado de cosas
      anterior, tendente a subrayar la legitimidad de Alejandro, queda definiti­
      vamente puesta de manifiesto con la adopción de una serie de medidas,
      entre las que destaca la introducción, aunque de forma gradual e incom­
      pleta, de la parafemalia externa característica de la corte persa, incluyen­
      do aquí la indumentaria propia de los reyes aqueménidas28, así como el
      uso del anillo de Darío y la prosecución de la acuñación de dáricos. Asi­
      mismo, debe incluirse en este marco el mantenimiento del fuego sagra­
      do, ordenado por el rey, como antes lo hicieran sus predecesores persas
      y que a partir de entonces le acompañaría siempre.
          Este mismo espíritu es el que inspiró otra clase de dictámenes ad­
      ministrativos a través de los cuales se pretendía dotar al nuevo estado
      regido por Alejandro de los resortes necesarios para su gobierno.  El
      modelo seguido fue lógicamente el persa, no el macedonio, colocán­
      dose en los puestos clave a hombres fieles al monarca, contando tam­
      bién con la colaboración  de un puñado de nobles persas.  Quedaba
      claro, por tanto, que no se trataba sólo de territorios conquistados y
      anexionados  a Macedonia,  sino  que  la perspectiva era  diferente:  se
      pretendía crear un Estado nuevo, su llamado Imperio universal, don­
      de  confluían  elementos  griegos,  macedonios  fundamentalmente,  y
      persas, cuyo centro y símbolo era Alejandro. Macedonia no quedaba
      afectada por estas transformaciones.


      de Arriano de estos sucesos no parece avalar la hipótesis de Gourowski, pues de hecho
      Alejandro, cuando recibió noticias de las actuaciones de Besso, se encontraba muy al in­
      terior de Asia, en la zona de Aria, lo que indica que proseguía su penetración en las an­
      tiguas satrapías orientales y, por tanto, su decisión de conquistar la totalidad del Impe­
      rio persa sería anterior y habría sido adoptada independientemente de la actuación de
      Besso.
         27  Así, por ejemplo, el caso de Satibarzanes, sátrapa de Aria, confirmado en su pues­
      to tras hacer acto de sumisión a Alejandro (Arr. III, 25,  1) o el del hermano de Darío
      Oxyatres (Plut., Alex., 45, 1-2). Posteriormente otros nobles persas contaron con el afec­
      to de Alejandro, como Artabazo, Atropates, etc. Esta actitud puede resultar sorprenden­
      te en un hombre de educación puramente griega, cuyo instructor defendía en sus obras
      la idea griega de los bárbaros como seres inferiores, esclavos por naturaleza. Desde esta
      perspectiva el comportamiento de Alejandro está en marcado contraste con la ideolo­
      gía griega, e introduce un factor novedoso en las relaciones entre griegos y bárbaros.
         28  Cfr. Plut. Alex., 45,  1-3; Diod. XVII, 77, 5; Q. Cure. VI, 6, 4.
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