Page 30 - Guerra de las Galias [Colección Gredos Bilingüe] I-II-III
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legatum* praefecit; ipse in Italiam magnis itineribus
contendit duasque ibi legiones* conscribit et tres quae
circum Aquileiam hiemabant ex hibernis* educit et,
qua proximum iter in ulteriorem Galliam per Alpes
erat, cum his quinque legionibus ire contendit. (4) Ibi
Ceutrones et Graioceli et Ca,turiges, locis superioribus
occupatis, itinere exercitum prohibere conantur. (5)
Compluribus his proeliis pulsis, ab Ocelo, quod est cite
rioris provinciae extremum, in fines Vocontiorum ulte
rioris provinciae die septimo pervenit; inde in Allobro
gum fines, ab Allobrogibus in Segusiavos exercitum
ducit. Hi sunt extra provinciam trans Rhodanum primi.
XI. (1) Helvetii iam per angustias et fines Sequa
norum suas copias traduxerant et in Haeduorum fines
pervenerant eorumque agros populabantur. (2) Haedui,
cum se suaque ab iis defendere non possent, legatos*
ad Caesarem mittunt rogatum auxilium: (3) ita se omni
tempore de populo Romano meritos esse, ut paene in
conspectu exercitus nostri agri vastari, liberi eorum in
servitutem abduci, oppida* expugnari non debuerint.
hechas al legado T. Labieno, dirígese él a Italia a marchas forzadas, alis
ta allí dos legiones, saca de los cuarteles de invierno tres que lo pasaban
en las cercanías de Aquileya y, cruzando los Alpes por la ruta más corta,
pónese en camino hacia la Galia ulterior, seguido de estas cinco legiones.
(4) Allí los ceutrones, grayocelos y catúriges, ocupando las alturas, tratan
de impedir el paso al ejército. (5) Derrotados éstos en varios encuentros,
llega en siete días desde Ocelo, último lugar de la Provincia citerior, a la
región de los voconcios, que pertenecen a la Provincia ulterior; desde allí
conduce el ejército a las tierras de los alóbroges, y desde éstas a las de
los segusiavos. fistos son los primeros, al otro lado del Ródano, fuera de
la provincia.
XI. (1) Mientras tanto, los helvecios habían pasado sus tropas por los
desfiladeros y confines de los secuanos y, habiendo llegado al país de los
heduos, devastaban sus campos. (2) Los heduos, no pudiendo defender
contra ellos ni sus personas ni sus bienes, envían emisarios a César en
demanda de socorro, (3) recordándole que sus merecimientos para con el
pueblo romano habían sido siempre tales que no debiera consentirse que,
casi a la vista de nuestro ejército, fueran devastados sus campos, redu
cidos a esclavitud sus hijos y asoladas sus ciudades. (4) Al mismo tiempo,
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